Una leyenda del tenis de mesa

Ultima Actualización: domingo, 31 de mayo de 2020. Por: Jose Alberto Reyes Ortega

Por: José Alberto Reyes Ortega

Ante todo, debo disculparme con él y sus familiares por robarme esta foto no autorizada. 

Esta persona de mirada perdida y lejana le dió a la ciudad de Puerto Plata grandes momentos de emoción y se ganó el respeto de sus rivales raqueta en mano. Cheo jugó béisbol y baloncesto por encima de la media, pero fue en el tenis de mesa donde plasmó sus grandes habilidades. Todavía sentimos la pasión de ver aquellos enfrentamientos Titánicos contra Freddy Cid luchando la supremacía por quien fuera el mejor, por supuesto que habiendo enfrentado previamente atletas de gran categoría como lo fueron Raqueta, Che, Oscarsito Grullón, estos miembros de su eterno Club Gregorio Luperón.
Pero donde radicaban sus grandes rivales era en la parte alta de la ciudad, muchos de ellos de grata recordación como lo fueron los hermanos Suave, los hermanos González, entre ellos Wilson, el campeón y Edgar, Ítalo Sibilia, Nano Polanco, Mayito, Jhonny Cid (epd), Adalberto Camacho, William Polanco (epd), Rubén, Omalie Tavarez y muchos otros que mi memoria no logra citar en estos momentos.

El hijo de Mayito, el fotógrafo languidece hoy alejado de la realidad, pues escogió vivir en su propio mundo hace ya algunos años, pero igual merece el respeto y reconocimiento de su barriada, del club que amó, de aquellos compañeros de batalla y de quienes admiramos su arte. Reconocer la trayectoria de un atleta que le dió a su ciudad una gran representación es nuestro deber. Al verlo no pude evitar la tentación de hacerle una imagen y recordar aquellos momentos de eliminatorias y torneos que organizaba en Puerto Plata el señor Santiago Coste.

Exhorto al Club Gregorio Luperón le haga un reconocimiento a este atleta y que su obra no se pierda en el olvido de quienes disfrutamos los años dorados del Tenis de Mesa.