En la medida en que se ahonda en las alcantarillas del caso Odebrecht, la construcción de las carreteras Puerto Plata a Navarrete y la turística se pone mucho más lejos.

Es lamentable, pero solamente bajo ese esquema era posible rehacer esas vías. El esquema del latrocinio, de las comisiones, del robo, el fraude y la estafa. Si, solo si, esos elementos presentes posibilitarían le reconstrucción de las carreteras debido a que este país camina de esa forma.

Se sabe de casos (varios) en los que inversionistas extranjeros han venido a proponer negocios de turismo y energía limpia, pero han chocado con el régimen imperante del dolo.  El capital foráneo que no paga peaje en este país, no se asienta. Porque la estructura del sistema que hay establecido no da otra opción.

El Puertoplateño debe acostumbrarse hasta pasado el dos mil veinte a los remiendos de Gonzalo Castillo, que mal que bien, de vez en cuando resuelven. Al Sindicato de Camioneros que siga ayudando al gobierno al bacheo de la carretera Puerto Plata a Navarrete porque el caso Adebrecht lo tiene muy ocupado. No hay tiempo para otra cosa, a no ser meter debajo de la cama los trapos sucios.

Son grandes y lamentables verdades.