Hoy más que nunca Puerto Plata necesita la unión de sus autoridades. Ante una catástrofe como la producida por las lluvias, es una absurda ridiculez la diatriba, la afrenta y la disociación.
Es momento de “cabezas frías” para solicitar al unísono recursos para Puerto Plata, es momento de cordura, disimulo, diplomacia.
Lodo siempre habrá, aun convertido en polvo. Porque la lucha por el poder genera inmundicia, basura mental, malquerencias y desmanes. Pero es momento de esconderlo debajo de los muebles y actuar como si todo estuviera bien.
La flexibilidad mental, la inteligencia emocional debe primar en estos momentos aciagos.