La privatización en nombre del Progreso

Ultima Actualización: domingo, 01 de diciembre de 2024. Por: Maria Cristina Gonzales

La privatización es el proceso mediante el cual el gobierno transfiere la propiedad o el control de empresas, servicios o bienes públicos a manos privadas. Esto puede implicar la venta total o parcial de empresas estatales a inversores privados o la concesión de contratos para que gestionen servicios públicos

Privatizar áreas o empresas estatales de un país en nombre del progreso es un tema complejo y controvertido. En general, la privatización implica transferir la propiedad y gestión de servicios públicos o activos del gobierno a empresas privadas. Esto se ha hecho en el país con la esperanza de mejorar la eficiencia, reducir costos y fomentar la inversión. Sin embargo, también a llevar la desigualdad y la pérdida de control sobre recursos esenciales.

En el año 1997 en el país se creó la comisión de Reforma de Empresas Públicas CREP mediante la ley Núm. 141-97 para esa época argumentaban que las empresas privadas gestionarían mejor los recursos del estado. Que reducirían el déficit público mediante la venta de activo, atraerían inversión extranjera directa y capital privado. Ejemplo más común de privatización fracasada en el País han sido las EDENORTE, EDESUR, EDEESTE, Aeropuertos y los peajes.

Esto argumentos no impidieron que la energía tenga una doble facturación, la calidad y accesibilidad de los servicios fueran más costosos y monopolio privado en algunas zonas del país.

Sobre el aeropuerto de Puerto Plata, costos de pasajes de avión más caros que otros aeropuertos haciendo que bajara exponencialmente el flujo de pasajeros por la terminal.

En la actualidad la nueva forma de privatización son los llamados Fideicomisos, en este caso el estado actúa como fideicomitente, transfiere bienes o derechos a otra persona o entidad, denominada fiduciario, para que los administre en beneficio de un tercero, conocido como beneficiario en este caso el intercambio no está claro, pero se presume que son empleos en su mayoría de servicios.  Solo resta esperar y mantener la esperanza de que el Estado asegure que los bienes se utilicen de acuerdo con los los fines pactados.

Mientras todo esto ocurre, los ciudadanos comunes solo tenemos el rol de espectadores de medidas que deterioran el patrimonio Nacional, mientras tanto las playas, humedales, manglares y áreas del publicas pasan a manos privadas.