Yo me pregunto, ¿el mundo realmente está cada vez peor o es que estamos sobre informados?

Me refiero a que en los años 90 al campo llegaba el periódico y solo unos pocos lo leían, cada cierto tiempo ese mismo periódico venía con una revista llamada “sucesos” que dicho sea de paso solo podían mirar los adultos por obvias razones.

Yo me escondía para leerlas y quedé frustrada.

Era muy poca la noticia trágica de la que nos enterábamos la gran mayoría.

Lo más relevante o noticia más recurrente que llegaba a los oídos del campesino era cuando una jovencita se “casaba”, se iba por la ventana como popularmente se decía y regresaba a los 9 días a besar la mano.

 ¿Recuerdan eso? puro chisme de patio.

Hoy igual que antes continuamente están pasando cosas en el mundo, buenas, malas, regulares, el tema es que ahora nos llega toda esta información de golpe.

La realidad actual es que todo el tiempo estamos siendo bombardeados de noticias, en su mayoría malas ya que por alguna razón es lo que más vende.

Y como consumidores podemos administrar esto, ver que tanto nos hace bien, y filtrar la información que nos llega, principalmente a través de esta pantalla.

Yo tengo mis dudas de que el mundo se esté acabando y que todo esté tan mal como se pinta.

Más bien, entiendo que lo negativo tiene más visibilidad, que para bien o para mal tenemos más acceso a la información y que está en nuestro poder lo que consumimos y de lo que nos informamos.

Se los dice alguien que a principios del 2020 (pandemia) dejo de seguir el 70% de páginas, no porque no estuvieran informando bien, sino para administrar la información a la que tenía yo alcance en ese momento crucial y de mucha ansiedad, ¡y me funcionó!

Haga usted lo mismo.

No creo justo para nuestra salud mental estar recibiendo información negativa constantemente.