No hay dos cosas que se parezcan más que la propuesta de construcción del hospital de Sosúa y la propuesta de eliminación del anticipo.
Son almas gemelas que caminan de la mano cada cuatro años. Son idénticas en lo que tiene que ver con sus aspiraciones y efectos.
Ambas buscan poner en la palestra dos profundas necesidades que han sido postergadas por años.
Claramente la de la eliminación del anticipo ha dado más votos que la del hospital de Sosúa por ser esta última una promesa regional.
Ambas son bellaquerías políticas de temporada y se ha comprobado que no pasan de ser promesas vacías sin porvenir.
¡Que siga el entierro!