Percibo que los seres humanos y algunas instituciones en su afán de jugar cualquier rol, cambiar e imponer cosas han logrado muchos resultados positivos y otros cambios, que laceran y retuercen a las familias contemporáneas.

En los hogares, los padres eran modelo de los buenos valores sólo hay que pensar en la unión familiar, el respeto, la honestidad, la responsabilidad, la empatía, solidaridad y qué decir del amor y el apego al trabajo. 

Recuerdo a mi padre Eustacio de León Martínez (Chito) cuando intuía las horas de las madrugadas por la altura de un lucero y tal si tuviera un reloj integrado a su organismo, se levantaba de su cama a las 4:00 a.m., para salir a la ciudad a cumplir con su jornada de trabajo en los almacenes de café y cacao de aquellos tiempos, (hoy convertidos en ruinas), su retorno al hogar era después de la media noche satisfecho del deber cumplido; en ocasiones arriesgando su vida, así presumo recuerda cada uno de ustedes el suyo dentro del rol que le correspondió asumir en el transcurrir de sus días.

Al igual que él otros tantos dentro de los cuales debemos contar personajes pintorescos de nuestros campos y del municipio cabecera de San Felipe de Puerto Plata que, a costo de vender su fuerza de trabajo, unos como profesionales y técnicos, otros como obreros, jornaleros y venduteros, entre los que me cuento yo, ayudaron y definieron el futuro de sus familias dejando como legado el valor del trabajo honesto desde muy temprana edad. 

Por esas y otras razones en cualquier sector, las personas que presentaban distorsiones de conducta eran fácilmente identificadas por los lugareños comprometidos socialmente.

Por eso debemos preguntarnos qué se ha perdido en el camino que nuestras nuevas generaciones, no importa como le llamen, cada día son menos responsables y comprometidas.

¡Ah! pero cuando echamos una mirada nos damos cuenta de que hemos estado copiando modelos de sociedades muy diferentes a nosotros en cuanto a oportunidades y programas sociales, en donde no importa si se crían "parásitos" o no, el Estado es responsable de ellos.

De esas copias surge el famoso abuso por trabajo infantil y otros más, donde se perdió en el camino la formación práctica de excelentes: mecánicos, ebanistas, electricistas, plomeros, carpinteros y artesanos para "formar" profesionales, así como incubar: piperos, asaltantes, narcotraficantes y corruptos.

De ahí surgen también, los creativos que dieron el salto de robarse las elecciones con apagones a hacerlo con las famosas alianzas como el "Frente Patriótico" y/o de forma electrónica como se detectó y confirmó en las elecciones de medio tiempo del año 2020; lo que justificaba el enunciado de un partido político, hoy dividido, de que era una "fábrica de presidentes".

Hoy, la percepción que tengo tras los resultados de los Comicios Electorales Municipales recién finalizados es, que la socidad debe despertar para que no permita a los responsables de garantizar el orden dentro de nuestro Sistema Democrático que, en su afán de justificarse y buscar un discurso a sus adeptos, se conviertan en propiciadores del caos, el desorden y el desasosiego, sólo porque no resultaron gananciosos.