PUERTO PLATA. - El extinto merenguero Dionisio Mejía (Guandulito), es considerado como el maestro de la creatividad en el merengue típico, por sus cualidades extraordinarias para ejecutar el acordeón y los aportes al instrumento.
Se resalta que el legendario merenguero, nació en el municipio Salvaleón de Higüey, provincia La Altagracia, el 23 de marzo de 1911 y su gran despegue se produjo en la década del 50 destacándose como uno de los mejores acordeonistas.
El apodo de ‘Guandulito’ lo recibió por el color verde de sus ojos y fue un gran intérprete, compositor y músico, arte que lo desarrolló desde temprana edad, influenciado por su tío Andrés Mejía, quien le enseño a tocar el instrumento.
La periodista Fior D‘Aliza Taveras reseñó parte de la vida de Guandulito en un trabajo publicado recientemente en el periódico El Día, donde resalta múltiples particularidades del mismo que están plasmadas en el libro de Rafael Chaljub Mejía “Antes de que te vayas”.
“Cuando tenía 13 años tocó una fiesta entera en un campo de La Romana. Siguió con su música por el Este y a los 20 años decidió probar suerte en la Capital. Allí encontró oportunidades de ganarse la vida porque también reparaba acordeones, cosa que aprendió con un viejo artesano higüeyano que se llamaba Severo”, sostiene la obra de Chaljub Mejía.
Para muchos conocedores como es el investigador musical y compositor, Americio Mejía Lama, el famoso acordeonista Guandulito se caracterizó por intercalar en sus composiciones a la mujer y a la naturaleza, relatos costumbristas y refranes, algunos haciendo alusión con monólogos de sano humor.
Entre las más de un centenar de composiciones de Guandulito, sobresalen sus temas: “Jovinita”, “Váyase en paz”, “Marinita”, “El cuento de la guinea”, además del tema “El rebú” atribuida su autoría a Bolo Henríquez, padre del inmortal Tatico Henríquez.
Mientras que destacado compositor y músico Juan Robles (El Viejo Puro), aseguró que Guandulito era un tremendo compositor y fue el primero que tocó los acordeones de dos carreras de notas y el que transportó el instrumento a dos carreras.
Otro músico y conocedor de la trayectoria del exponente higüeyano, es Orlando El Potro, quien pondera su legado y afirma que junto al pionero Ñico Lora representan los más grandes compositores de la música típica de la República Dominicana.