En nuestra sociedad todos somos expertos en descubrir, describir y denunciar cualquier tipo de problemática pero muy pocos son los que se atreven a investigar, analizar, sugerir e implementar las posibles soluciones a través de las respuestas ideales e idóneas.
Cuando observamos los diferentes medios, espacios de comunicación e instituciones no se nos hace extraño encontrar a personas y grupos de estas que, estando llamadas a presentar las respuestas a algunas situaciones, se conforman con hacer simples denuncias; como si esa fuera la solución.
Dentro de estas podemos mencionar un alto porcentaje de las instituciones de la sociedad civil así como gubernamentales; también a senadores, diputados, síndicos, regidores; sobre todo si son de la oposición política de igual manera, pasa con los empresarios y simples ciudadanos, si todos unificaran los esfuerzos es seguro que se logra cualquier objetivo propuesto.
Poco a poco hemos creado una sociedad fatalista donde para lograr un propósito primero hay que satanizarlo o de lo contrario, lo creemos inalcanzable.
Sin lugar a dudas eso sucede por la falta de: iniciativa, conocimiento, argumentos, consciencia, sentido de responsabilidad y compromiso social que marca a los diferentes actores que interactúan en nuestro entorno; siempre declaramos inalcanzables los objetivos que más próximos tenemos para lograr.
Hace falta que los ciudadanos que interpretamos con claridad el daño que esa cultura nociva nos hace a todos salgamos del letargo que nos hace conformistas y accionemos para que no sean los malos intencionados que disfrazados de buenos, tomen las decisiones por nosotros.
Para el común de las personas pareciera que estamos confinados a que cada día nos sintamos peor que el anterior debido al permanente bombardeo de informaciones negativas e interesadas que recibimos por todas las vías, es como si no tenemos salvación, porque nadie presenta respuestas o salidas a los males con los que nos mantienen agobiados.
Debemos asumir como actitud no escuchar ni atencionar aquellas personas o instituciones que nos preocupan con sus pronunciamientos, que en muchas ocasiones no tienen fundamentos por lo que tampoco tienen una respuesta o solución.
La mejor manera de presentar respuestas ideales a cualquier problemática es interesarse por conocerla, plantear diferentes escenarios de solución y de consenso, para seleccionar así el mejor.
Si es que las fuerzas vivas de la sociedad quieren y les interesa tomar las mejores decisiones al motivar las soluciones a los temas neurálgicos que por bien o por mal nos golpean a todos por igual; casos por ejemplo como el de las agresiones, violaciones sexuales y asesinatos de Niños, Niñas y Adolescentes, desde el momento del caso Emely Peguero hace seis años, debieron abrir un canal de comunicación permanente hacia su interior y el resultado obtenido compartirlo al común de las personas y en especial, a los que están llamados a dar garantías de respuestas a cada uno de los temas sociales aún pendientes, por largos años.