La remodelación de la carretera Puerto Plata a Navarrete duró 5 años resultando en un mamotreto de dos, tres y cuatro vías, cosa nunca antes vista en la historia de la ingeniería. Cinco años de muerte en esa carretera a medio hacer, decenas de fallecidos por accidentes automovilísticos y un atraso total para la provincia. Los muertos siguen porque la atipicidad de la vía no permite un manejo seguro.
Después, en un hecho sin precedentes, anuncian la carretera del Ámbar en plena toma de posesión. Cosa nunca antes vista, que se recuerde, en tomas de posesión anteriores. Cada puertoplateño gozó ese día. Todos, hasta los niños aplaudieron ese discurso. A casi cuatro años de ese rimbombante anuncio; nada todavía.
Concomitantemente el polideportivo se caía a pedazos y permaneció casi dos años sin uso porque aquí, para conseguir las cosas hay que joderse, casi.
Luego raspan la grama del campo de futbol para ponerle grama artificial y no hay futbol porque aparentemente hay que esperar la campaña política.
Derriban el puente de cangrejo y esta es la hora en que no se sabe para cuándo va a estar.
A Puerto Plata si le da trabajo conseguir las cosas.