Esta vez el término reemplazo no tiene nada que ver con el príncipe aquel en su biografía.

Me refiero a que de manera normal se siguen introduciendo ligeros cambios en el lenguaje que aparentan inofensivos, primero el lenguaje inclusivo que refería a todos y todas y otras mojigaterías. Ahora, la novedad es que a las Madres se les llame por “Personas que dan a luz” argumentando precisión del lenguaje.

De golpe la palabra “madre” es imprecisa, pero mucho antes de ser madre, lógicamente  debe existir un padre en cuestión, es decir que para que no haya madre antes ha dejado de existir el padre.

Así va el nuevo orden, cambiando todo en la cara de la gente, no pudiendo argumentar que es la evolución normal del paso de los años, es una precisión matemática en torno a un objetivo de cambios. Una cosa es la evolución, otra es la manipulación y torcedura de lo que hasta ahora se conoce como valores. La familia tradicional no es rentable, no manipulable hay que romper el patrón e imponer otro, donde estará prohibido pensar, disentir, seremos segmentados, controlados, identificados.