El 21 de diciembre de 1963 fue el día más triste para la juventud soñadora dominicana, que plena de ideales se había esperanzado en que su líder máximo sobreviviría al gesto patriótico que había emprendido en por el respeto a la Constitucionalidad y la Democracia dominicana, al tomar las armas en un momento tan crucial de nuestra historia. La noticia de su fusilamiento se regó como pólvora incendiada quemando los corazones, incendiando los cerebros rebosados de ideales patrios.
Se sabía que sin él ya no sería lo mismo. Era un auténtico líder de una juventud romántica y soñadora que comenzaba a poner los pies en tierra para conquistar los derechos negados.
Tras esta horrible y penosa noticia hasta el sol se ocultó y la noche parecía más negra que nunca. Los astros del cielo nocturno se negaron a brillar aquella fatídica noche. No había sosiego en todos cuantos lo admiraron y habían puesto sus esperanzas en él.
La juventud dominicana anhelaba cambios radicales para que jamás se volviera a instaurar otra tiranía en nuestra amada patria. Se quería avanzar y aunque no hubo una revolución, sino elecciones, los indicadores apuntaban hacia un nuevo horizonte. sin embargo las fuerzas del Averno se enseñorearon, entre los que ofrecían desde la oscuridad del templo la salvación y los que siempre han dado plomos, torturas y macanazos, en una alianza de macos y cacatas, que tronchó de golpe el primer ensayo democrático de este pueblo. !Qué dolor! ¡Cuánto dolor! Asesinaron la
Constitución y la insipiente democracia y no conforme con eso también asesinaron a Manolo.
Entonces retornaron la represión, el crimen, la hostia mancillada con sangre juvenil, la corrupción, el contrabando, la anarquía total en la administración del Estado, que vino pariendo una Hidra de 7 cabezas el 24 de abril de 1965. Ojalá que la juventud de hoy pudiera hacer un alto en su carrera acelerada hacia la muerte por exceso de hedonismo y recupere los ideales esfumados por la juca, la mariguana, la coca, los dembow y los m... de cantantes urbanos que ni cantan ni urbanizan nada.