La oposición, perseguida por sus propios fantasmas

Ultima Actualización: jueves, 18 de agosto de 2022. Por: Artículo Invitado

Por Félix Mario Balbuena

Alguien dijo: "La oposición se considera un elemento básico y esencial de los regímenes democráticos.

Su importancia radica en que son el factor de control y presión de los gobiernos en turno".

Yo no podría estar más de acuerdo con lo antes expresado, porque sin dudas que la oposición siempre es y será un contrapeso necesario para que el uso del poder no se salga de control.

Pero para poder jugar su rol de forma determinada, la oposición de cualquier gobierno debe estar, sino libre, al menos medianamente libre de cosas que, en el corto plazo se les puedan señalar como males, u ocasionado por ellos o dejados sin resolver.

Dicho de otra manera: la oposición debilita su naturaleza al señalar las cosas que no pudo resolver.

Y es precisamente lo que le ocurre a la oposición en la República Dominicana.

Los principales partidos de oposición, PLD y Fuerza del Pueblo, que, de forma extraña, entraron juntos a ser las principales fuerzas de la oposición, uno que nació para ello, fruto de la división, y el otro al perder las elecciones de 2020, pero entre los dos vienen de una seguidilla de 16 años de gobierno y 20 de los pasados 24, tiempo que, según los expertos, debió ser suficiente para resolver algunos de los males que aún gravitan sobre la tierra de Duarte.

La oposición existe, como se dijo al inicio, para hacer presión y denunciar los males de una gestión gubernamental, a la vez que hace propuestas para solucionar los mismos males que denuncia.

Pero el gran problema que enfrenta la actual oposición, a diferencia del PRM cuando le tocó estar en la oposición, es que a estos últimos no había nada que imputarles porque no habían gobernado, a menos que se extrapolen los cuatro años de Hipólito Mejía 2000-2004.

Pero el PLD y la FUPU la tienen difícil, no con el partido de gobierno, sino con el pueblo que votó para echarlos del poder y que, a tan solo dos años, tienen demasiado frescas en sus mentes las razones por la cuales le dijeron ¡BASTA!

Una muestra suficiente es mirar las reacciones y comentarios en las redes sociales cada vez que uno de los líderes de la oposición se refiere a alguno de los males sin resolver, tales como Salud, Educación, Agua potable y sobre todo el tema de la CORRUPCIÓN, como la gente se vuelca airadamente a preguntarle que qué hicieron con eso en 20 años.

El gobierno actual no puede seguir culpando al PLD de los males del pasado, aunque ciertamente están ahí, porque su función es gobernar y efectivamente dar soluciones a esos males, pero será muy cuesta arriba para la oposición convencer, de forma muy particular, a la clase media, que usa redes, lee estadísticas, que salió a votar y no puedo ser comprada con el Pica Pollo y los 300 pesos, de que ellos tienen, después de 20 años en el poder, la solución a los males, algunos que crearon y otros que los ayudaron a perpetuarse en la sociedad Dominicana.

Los opositores deben seguir jugando su rol, pero conscientes, y lo saben, de que sus propios fantasmas les persiguen.