¡La hierba del vecino siempre es más verde!

Ultima Actualización: sábado, 30 de julio de 2022. Por: Maria Cristina Gonzales

Por: Maria Cristina Gonzales

En los últimos años, con el desarrollo de las redes sociales, muchos hemos comenzado a comparar nuestra vida diaria con la de los demás, capturados por fotos y videos en los que la vida parece ser hermosa y despreocupada, donde no hay defectos y todo el mundo es feliz, rico, sano y hermoso.

 

Todo esto si no se canaliza adecuadamente, corre el riesgo de causar frustración y sensación de incomodidad o celos. La primera proviene del hecho de que el objetivo que nos estamos marcando es algo inalcanzable y totalmente distópico, se considera que las redes sociales resaltan el lado bueno de las personas, pero no es sano que las mismas tengan la capacidad de drenar en una vida real. Mientras que el sentimiento de inadecuación nace de la comparación continua que hacemos con aquellas vidas que parecen perfectas e inalcanzables.

 

Afortunadamente, en los últimos tiempos la tendencia a normalizar la existencia en todas sus facetas es cada vez más frecuente, partiendo de personas que muestran sus defectos al exponer la falsedad de los filtros y programas de modificación de las imágenes, nos cuentan de momentos difíciles y situaciones de lucha del diario vivir, los medios de comunicación están sujetos a una especie de autocensura. Aunque la felicidad se pone primero, parece que no hay lugar para emociones negativas como el miedo o la tristeza.

 

La comparación constante puede ser una verdadera trampa que corre el riesgo de crear molestias y sufrimientos.

 

Sin embargo, salir de esta ilusión es posible.

 

Limitar el uso de las redes sociales, aunque son una importante fuente de información y una forma de mantenerse en contacto con amigos y conocidos, si se usan de manera correcta, pueden representar una verdadera comunidad donde la realidad no es distorsionada por la exhibición de lujos y pertenencias.

 

Aprende a ser feliz por tus propios éxitos. Cada uno vive su propia vida y muchas veces, en comparación, corre riesgos que nos llevan al sufrimiento sólo porque no tomamos en cuenta estas diferencias. Inspirado por personas reales que pueden actuar como un ejemplo positivo a seguir. Todos aprendemos desde la infancia gracias a las modelos con las que entramos en contacto (familia, amigos, algunos compañeros, la pareja). Encontrar a una persona real que haya logrado grandes metas con trabajo duro y compromiso puede ayudar a ver la realidad tal como es, sin ilusiones y falsas expectativas.

 

Valora las pequeñas cosas, esas que nadie se atreve a poner en las redes sociales, partiendo de esos objetivos que parecen irrelevantes, pero que representan la verdadera esencia de la vida y que te cuestan mucho esfuerzo.

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