El lenguaje de Danilo Medina

Ultima Actualización: sábado, 30 de octubre de 2021. Por: Rafael Hernandez

Lo que sí quiero dejar claro es que el discurso de Medina ignora, que cansado de ellos estaba el pueblo desde hacía muchos años, pero esperaba, porque la esperanza es lo último que se pierde.

Los políticos son políticos y caudillo (nunca líderes), porque encuentran un pueblo ignorante y depauperado por sus propias acciones, métodos y ejercicios del Poder. Nada más degradante que un político irrespetuoso y que no se respeta a sí mismo. ¡Qué burla! Tuvo la desfachatez de decir que el pueblo e cansó de disfrutar del bienestar de los gobiernos del PLD y que era necesario que esto ocurriera para que se diera cuenta. ¡Qué grosería! Eso está dirigido precisamente a una población de enanos mentales, con cerebros carcomidos por el fanatismo.

 

Con esto no estoy diciendo que esté a favor del gobierno actual del PRM donde se están cometiendo graves errores con un PPH agresivo que se ha enseñoreado y disminuye los planes e intenciones de su presidente. Pues tan ambiciosos son sus funcionarios como los del PLD y es verdad que no se nota la diferencia, salvo de que cuando suele llegar, ya tardé a oídos del presidente algún acto de corrupción de los tantos que se siguen cometiendo, esta toma medidas, que, aunque carecen de la profundidad deseada para aleccionar, no son suficientes para frenar a los potenciales, pero son un indicador con cierto grado de positividad.

 

Lo que sí quiero dejar claro es que el discurso de Medina ignora, que cansado de ellos estaba el pueblo desde hacía muchos años, pero esperaba, porque la esperanza es lo último que se pierde. Y solo cuando este pueblo vio las bajezas de Danilo de mandar a buscar a Quirino quien estaba herido porque Leonel lo había extraditado a EE.UU., lo trajo al país bajo todas las garantías para que continuara con su poder económico, sin temor alguno solo para que calumniara y difamara contra su propio compañero de partido porque lo adversaba y tenía potencial para ganar la Convención. Cuando el pueblo vio ese canibalismo que dividió definitivamente a ese partido, le dio las espaldas. Cuando se comprobó el nepotismo y el saqueo de los bienes del Estado por la familia presidencial y, mientras se escenificaban mamotretos de juicios contra sus opositores y no contra los de su partido que estaban involucrados, entonces les dio las espaldas; cuando el pueblo fue consciente de los derroches del presidente en sus amoríos con famosas putas e infidelidades para con todos los miembros de su partido, entonces les dio las espaldas; cuando el pueblo vio que hasta con la emergencia del Covid-19 y la adquisición de suministros se atrevieron a hacer contratos leoninos jugando con la salud del pueblo, les dio las espaldas. Cuando se publicaron las cuentas bancarias de los miembros del Comité Político que encabezaba Danilo, también les dio las espaldas. Cuando el pueblo vio que Danilo faltó a su palabra de que no se reelegiría y forzó una reelección que era lo que le permitía la Constitución, y luego quiso violar la Constitución para reelegirse y al fracasar en su intento de modificación creó un candidato al vapor para reproducirse a través del mismo como hizo Trujillo con Peinado, Troncoso, Héctor y Balaguer, el pueblo le dijo NO. Cuando Hipólito abogó en su complicidad con Danilo y antileonelismo, que se modificara la constitución para darle otra oportunidad a Danilo, el pueblo dijo NO.

 

Entiéndalo señor Danilo. Usted se quemó como político. Es cierto que en este pueblo vapuleado y convertido por ustedes en una especie de ganado incapaz de pensar y de lanzarse por donde se le toque el foete, y que tenemos ejemplos de sobra de quienes se ha creído que ya estaban descartados y han regresado al poder, su caso es muy diferente, porque su entorno solo pinta Cárcel y usted es un prisionero en potencia, que ha salido con tanto descaro, enseñando el refajo por el irrespeto y desprecio que siente y demuestra hacia su propio pueblo, al que realmente odia y le guarda rencor por su derrota.

 

Sé que una legión de insultos viene en camino ante este escrito, ¡pero haré como Sócrates! La verdad es la verdad, aunque la pinten de morado. Un hombre rencoroso y vengativo jamás debe volver al poder con tan bajas pasiones. Pero exprésese y compórtese mejor si busca la indulgencia de este pueblo.