Grandes Males…Grandes Remedios!

Ultima Actualización: lunes, 08 de febrero de 2021. Por: Ramiro Francisco

Por:Ramiro Francisco

Mientras en Matemáticas y Ciencias no alcanzamos primeros lugares ni cercanos siquiera, en corrupción, impunidad y violencia de género, ocupamos escaños preferentes si a esto le añadimos el descuartizamiento de cadáveres.

A veces llegamos a creer que lo que leemos ocurrió en otras latitudes, debido a la crueldad de esos crímenes.

Violaciones de niñas y niños menores de 8 años, padrastros y padres abusando sexualmente de sus hijas por años, violaciones sexuales de ancianas de hasta 95 años, descuartizamiento de cadáveres para esconderlos en neveras, cajas, hoyos cavados en tierra, cadáveres lanzados al río o canales, amarrados a piedras o bloks.

Crímenes espeluznantes y macabros, que llaman la atención, aunque uno no quisiera.

Una vez que esos hechos tristes salen a la opinión pública, se levantan voces y movimientos en instituciones y entidades repudiando esas acciones y en demanda de castigo ejemplar para sus verdugos.

Muchos de esos reclamos, parece que se los lleva el viento y se desvanecen como la niebla ante la presencia del astro rey.

Quizás, porque esas “viejas” abusadas o las niñas menores de cinco años violadas no eran parientes de funcionarios o altos jefes militares y policiales, desaparecen tan rápido y no continúan haciendo “ruido”

Tal vez, porque esas informaciones no hacen bien a la imagen del país, por los posibles turistas que se prevén nos visiten y podrían alejarlos.

Así como se suceden las noches y los días, pasan estos casos y volvemos a referirnos a ellos, cuando nos sorprenden con otros hechos espeluznantes que ocurren en nuestros propios entornos.

¿Y qué de los protagonistas de esas aberraciones? Detenidos, coerciones, sentencias, cárcel, la realidad los hace aprender, se “arrepienten a Cristo” logran salir de prisión y muchos de ellos vuelven a repetir los mismos actos.

Parejas con edades diferentes por 20 o más años, pobreza, drogas, falta de Educación, “que oyeron una voz” “que el Diablo le habló” y cien mil argumentos y astucias entrenados por sus “representantes legales”.

Así tenemos decenas de asesinos y violadores viviendo y compartiendo con nosotros.

¡Grandes males, grandes remedios!