PUERTO PLATA.- Un acto de recordación y homenaje póstumo fue realizado en esta jurisdicción en memoria de las 189 personas que murieron en un trágico accidente aéreo ocurrido hace 25 años frente a las costas de Cabarete.
La actividad solemne estuvo presidida por el embajador de la República Federal de Alemania en República Dominicana; Volker Pellet, ya que la gran mayoría de las víctimas de esa tragedia eran germanos, quienes retornaban a su país tras vacacionar en este destino turístico.
Pellet agradeció la rápida reacción que tuvieron en ese momento las autoridades civiles y militares dominicanas, quienes de inmediato acudieron en busca de supervivientes que lamentablemente no fueron hallados.
El diplomático sostuvo que los parientes de las víctimas no pierden los deseos de venir a Puerto Plata para recordar la memoria de sus seres queridos, aunque la mayoría de ellos por razones de edad y la pandemia del Covid-19 no pueden viajar.
En el acto conmemorativo estuvieron presentes el director del Instituto Dominican de Aviación Civil (IDAC), Román E. Caamaño, la Gobernadora civil, Claritza Rochtte de Senior, el alcalde municipal de San Felipe de Puerto Plata, Diómedes Roque García, entre otras autoridades.
Al pie del monumento en honor a los 189 fallecidos erigido en La Puntilla del malecón local, todos los asistentes depositaron sendas coronas de flores blancas como señal de respeto a los fallecidos que fueron 164 alemanes, 11 polacos, 11 turcos, un croata y dos azafatas dominicanas.
“El 6 de febrero de 1996 cayó al mar un avión delante de esta costa en un vuelo a Alemania. No hubo sobrevivientes de esta tragedia. Solamente pudieron ser rescatados los cuerpos de 68 víctimas. El mar es el último lugar de reposo para 121 personas”, así reza una inscripción tallada en el mármol de dicho monumento.
Se recuerda que este accidente acaeció la madrugada del 6 de febrero de 1996, cuando el avión Boeing 757 TC-GEN de la aerolínea turca Birgenair, despegó del aeropuerto General Gregorio Luperón con destino a Fráncfort en Alemania, pero siete minutos después cayó al océano Atlántico y no hubo sobrevivientes.
La causa de este desastre se debió a la obstrucción del tubo Pitot que produjo errores del piloto y del piloto automático de la referida aeronave, dando lugar a la tragedia más grande de la aviación mundial, un hecho que une en duelo a las naciones de Alemania, Turquía, Polonia, y República Dominicana.