Escuchen, Ponderen y Actúen

Ultima Actualización: viernes, 16 de octubre de 2020. Por: Ramiro Francisco

Por: Ramiro Francisco

No es que sea SU congreso, pero el Presidente de la República y el presidente del Partido gobernante, deben pedirle (no ordenarle) a los legisladores de su partido y aliados, a que obtemperen ante el llamado ferviente de buena parte de la sociedad a renunciar al barrilito y cofrecito.

Por las razones que se nos han enumerado, nuestro país no se encuentra en sus mejores momentos como ocurría desde antes de la Pandemia.

Cierto que hay muchos recortes y medidas que buscan estabilizar todo cuanto se pueda nuestra economía, y somos de los primeros en tener confianza en las mismas y esperanzas en que la situación cambiará para bien de los más necesitados.

Se les ha tildado de “busca sonido” e “hipócritas” a aquellos legisladores que han hecho público su determinación de no aceptar el cobro del llamado barrilito.

Por supuesto, que las palabras se toman de donde vienen.

Reconozco, que muchos legisladores hacen buen y correcto uso de esos fondos y hasta pueden demostrar – eso espero de ser requerido – “el uso del más mínimo centavo”.

Pero ha llegado el momento, de desprenderse y demostrar que realmente se tiene un corazón magnánimo y que pueden vivir con el sueldo real por su investidura.

¡Si desean hacer campaña proselitistas, que la realicen con su propio dinero! Es más, a sus mismos compañeros de partido les resultará competir de igual a igual.

Apenas inician como tales en este nuevo gobierno del PRM. Pónganse de acuerdo y renuncien al barrilito-cofrecito. Así le dan oportunidad valiosa y oportuna al Presidente de bien emplear ese dinero en acciones reales, valiosas y determinantes para mitigar un poco las amargas penurias por la que atraviesan miles de familias dominicanas.

A nosotros como ciudadanos, nos toca ser conscientes de la situación y el tema que nos ocupa, para poder emitir nuestras opiniones.

A veces, los silencios son cómplices. Más, cuando también somos beneficiados de esos fondos destinados a los legisladores.

Iglesias y congregaciones religiosas que solo piensan en la ayuda que reciben acaso de algunos legisladores.

Iglesias, congregaciones, instituciones, Clubes, Ligas, Asociaciones que son beneficiadas también con algo del barrilito-cofrecito: 20 mil de este, 15 mil de aquel, 40 mil de allí, 5 mil de allá, 18 mil de más allá…y esos compromisos y gratitudes anestesian el órgano y músculos del habla.

El barco hace agua y se inclina. Señores legisladores hagan caso a ese y otros requerimientos que se imponen en la actual situación y que el superior gobierno emplee correcta y atinadamente esos recursos. ¡Cada marinero a su puesto!  Ayudemos a tapar el hueco…no hay tantos salvavidas ni botes.