Mar Revuelta

Ultima Actualización: sábado, 22 de agosto de 2020. Por: Ramiro Francisco

Por: Ramiro Francisco

Muy poco sé de Turismo y de “alta política” menos. No

obstante, hay que correr el riesgo de ofrecer su opinión, aunque resulte al

final estar totalmente equivocado, cosa que rectificaría de ser posible.




Ante lo que se dice sobre el respaldo que ofrece buena parte

del empresariado local para que el Ministerio de Turismo mantenga en su

posición a la Lic. Yaskaira Cid, como Directora y el disgusto manifiesto entre

de los miembros y dirigentes del PRM que piden su cancelación, decimos lo

siguiente:




1-Si bien es cierto que es factible la participación público-privada

en diferentes proyectos que buscan el crecimiento económico del país, es

inconcebible que el sector privado ordene, mande y haga todo cuanto esté a su

alcance como supuestamente se afirma en el caso que tratamos.




2-Los cargos públicos como su nombre lo indica, es al

Gobierno y a sus Ministros los encargados de elegir, seleccionar o escoger

quienes van a dirigir o administrar los mismos en base entre otras cosas a  capacidad, aptitudes y competencias.



3-Que el sector privado haga, realice alguna recomendación es

obvio. Lo no recomendable entendemos, es luchar para que se deje en el cargo a

una persona que abiertamente hizo campaña porque deseaba unas autoridades que

no fueron las beneficiadas con el triunfo electoral.






4-De actuarse de esa manera, muy pronto tendremos al sector

privado y en este caso ligado al Turismo, tener incidencias para que dejen en

sus puestos a encargados de Medioambiente, Policia Nacional, Coraaplata y otras

instituciones que van de la mano con una buena gestión en beneficio del turismo.



Nuestra opinión al respecto en nada tiene que ver con lo personal  de quien ostenta la posición, ni de quien se

afirma es la persona escogida.




Simplemente lo hago de manera responsable, como un simple

ciudadano que desea lo mejor para mi ciudad y la provincia de Puerto Plata.




Lo hago ahora, antes que tenga que unirme a brigadas para recoger

los escombros, algas y sargazos que lance a la orilla, una mar embravecida.