Si la intención fue la de dañar el respetado nombre histórico de Puerto Plata por quienes elaboraron ese desaguisado proyecto, de traer a este pueblo al célebre “peregrino”, se equivocaron al apuntar sus dardos venenosos en contra de esta región, digo si fue esa la intención, que no dejó de crear un bullicioso escándalo, porque las cherchas y efervescentes creencias de algunos incautos, encontraron ecos de este señor, con sus (famosos conversatorios con Dios) irrespetando los decretos y ordenanzas gubernamentales que se están cumpliendo por las circunstancia de COVID 19.
El bien ganado nombre de nuestro pueblo, de su historia de su naturaleza y sobre todo de sus gentes, jamás podrá ser salpicado por intereses, quién sabe de cualquier naturaleza, que creyendo como dice el refrán, de “pescar en mar revuelto ganancia de pescadores” quisieron enlodar a una ciudad capaz de defenderse sola.
No quisiéramos pensar que por intereses políticos o competencia turísticas alguien fuera capaz de manejar a una muchedumbre de incautos, para crear una situación como la ocurrida en nuestro pueblo, aprovechándose de su humildad, pobreza y hasta de sus falsas creencias.
Y esto lo digo porque a no ser por la pandemia, en muchos pueblos de América latina vemos que muchedumbre acuden cuando supuestamente aparece la cara de Cristo o una virgen llorando y no pasa de ser una noticia pasajera.
La provincia de Puerto Plata, se ha venido levantando a pasos agigantados y existen importantes proyectos de desarrollo que inversionistas foráneos y nativos, promueven y que de seguro apuntan hacia un desarrollo colectivo que no tendrá freno y que nadie podrá ponerle piedras en el camino, porque como dice el sociólogo Héctor Guerrero Heredia, es la provincia más completa del país.
De manera que los que les están ladrándole a la Luna, promoviendo desaciertos como el ocurrido el domingo pasado 25 de Abril, tendrán que buscar otro tipo de acciones, porque el desarrollo y porvenir de nuestro pueblo es indetenible.
La historia de nuestro país, está sobrecargada de páginas brillantes, desde el llamado descubrimiento y todo el acontecer nacional, y en esas ojeadas luminosas, de seguro, encontraran el nombre de muchos personajes nativos de esta provincia que nos legaron ese orgullo de sentirnos puertoplateños.
La naturaleza después del Virus quedará menos contaminada y el deseo de progreso y bienestar de nuestra región tendrá más fortaleza para seguir creciendo, y con los brazos abiertos del Cristo de nuestra montaña, como gentes hospitalarias recibiremos como siempre a los miles de visitantes a un pueblo QUE LO TIENE TODO.