Nos ufanamos de nuestras visitas a Petra (la hermosa ciudad de Jordania erigida entre las piedras) El Coliseo Romano (construido por la dinastía Flavia en el siglo I) Sumeria (la ciudad cuna de nuestra civilización) Nínive y todas sus historias, El Muro de las Lamentaciones (lugar más sagrado del judaísmo, construido por Herodes 19 a.C), en fin todas aquellas ciudades y lugares que cuentan el origen de nuestra historia.
Cuando visitamos esos lugares nuestro máximo logro no es aprender de esas visitas, nuestro máximo logro es “ publicitar “ esas visitas porque si nuestros allegados no se enteran no tiene sentido.
Pero vaya usted a ver, aquí, en nuestro patio, a dos esquinas, queremos borrar todo rastro de historia porque eso no tiene sentido y simplemente son casas viejas llenas de ratones. ¿Quién nos entiende?