Éste domingo los dominicanos y dominicanas tienen el deberciudadano de elegir sus autoridades. Éste, es un proceso que debe hacerse contoda normalidad, pues al día siguiente, seguiremos siendo las mismas personas,viviendo en el mismo lugar, con los mismos vecinos, comprando en el mismo colmadoo supermercado, etcétera.
Por lo que debemos tomar esto con toda calma, sin fanatismo,sin apasionamiento, sin ofensa; pues se trata de un deber que tenemos quecumplir como todo buen ciudadano.
Lo que sí recomendamos, como ya lo hemos hecho en otras ocasiones.Vote, no por influencia, ni por fanatismo, incluso ni por colores; más bienpiense en los valores que puedan enarbolar tal o cual candidato. Piense en quécandidatos representa mejor los valores de nuestra nacionalidad. No le voy arecomendar ninguno. Esa es una decisión que es usted quien debe tomar, a lo quesu convicción le indique.
Cuando el pueblo de Israel quiso un gobernante, estabadiciendo que no quería que fuera Dios su guía ya que en el primer libro deSamuel capitulo 8 versos del 6 al 11, podemos leer así: “Pero no agradó aSamuel esta palabra que dijeron: Danos un rey que nos juzgue. Y Samuel oró aJehová. Y dijo Jehová a Samuel: Oye la voz del pueblo en todo lo que te digan;porque no te han desechado a ti, sino a mí me han desechado, para que no reinesobre ellos. Conforme a todas las obras que han hecho desde el día que lossaqué de Egipto hasta hoy, dejándome a mí y sirviendo a dioses ajenos, asíhacen también contigo”.
Vote por deber ciudadano, pero no por convicción de creerque en estos candidatos está la solución de la vida. ¡Bendiciones!