PUERTO PLATA.- La intensa sequía que afecta la región mató los maizales y quemó los pastizales ya que según los productores agrícolas y ganaderos de Luperón y La Isabela, dicha situación provocó pérdidas ascendentes a más de 70 millones de pesos.
En torno a la prolongada sequía, la señora Álida Fernández, recordó que hace aproximadamente 25 años, cuando su primer hijo tenía un año de vida, hubo una “seca” tan fuerte que duró siete años, hasta el punto que las vacas se derrengaban y cuando las sacaban para venderlas en Bonao y otra zonas del Cibao se morían en el camino.
Fernández dijo la actual sequía que lleva más de un año y medio físicamente se certifica en la espantosa flaqueza de los animales y que los ganaderos están con el grito al cielo porque las vacas se les van a morir de hambre ya que en los potreros y fincas los pastos de hierbas se encuentran completamente secos.
“Aquí, en La Isabela Histórica todo el maíz se dañó este año. No tenemos cosecha, porque la sequía nos ha arropado a todos”, se lamentó la amigable señora durante el dialogo sostenido con este reportero.
Las opiniones de Álida Fernández, fueron corroboradas por otros ciudadanos residentes en esa zona de la parte oeste de Puerto Plata, quienes aseguraron que en esta ocasión la sequía lleva dos años.
Mientras que los campesinos atribuyen la falta de lluvia a la deforestación de las montañas aledañas ya que en los últimos dos años, la única lluvia de importancia que se recuerda precisamente se produjo el 11 de noviembre del pasado año cuando la crecida de las aguas torrenciales de las montañas de Puerto Plata provocaron que los ríos Bajabonico y Unijica unieron sus caudales varios kilómetros antes del lugar donde desembocan en el océano Atlántico.
Pero se trató de un hecho extraordinario que la llevó a recordar una crecida similar que ocurrió hace más de 30 años, cuando esos predios eran terrenos vírgenes donde no se sembraba en proporción mayoritaria decenas de rublos alimenticios, ni mucho menos había la gran producción ganadera que existe ahora.