Lo que revela el empresario José Laya Quintana sobre la digitalización y la supervivencia empresarial

Ultima Actualización: lunes, 27 de octubre de 2025. Por: La Redacción

“Camarón que se duerme se lo lleva la corriente”. Este refrán popular describe con claridad lo que ocurre en el terreno de los negocios cuando la falta de adaptación deja a una empresa rezagada. En un escenario en el que la digitalización cambia las reglas a una velocidad vertiginosa, la capacidad de anticiparse y moverse con agilidad es más que una ventaja: se convierte en una necesidad. Dentro de este contexto, la experiencia de José Laya Quintana resulta un referente para entender cómo los emprendedores latinoamericanos enfrentan los desafíos del entorno actual.

 

Desde sus inicios, la trayectoria de este empresario venezolano radicado en República Dominicana ha estado marcada por un factor determinante: la lectura temprana de los cambios tecnológicos y su impacto en la economía. José Laya Quintana ha dedicado más de quince años a observar, analizar y actuar sobre los procesos de digitalización, logrando posicionarse como un interlocutor válido para discutir los retos y oportunidades que enfrenta la región.

 

Ahora bien, ¿qué significa en términos prácticos “reinventarse en entornos complejos”? Significa reconocer que el mercado no es estático, que los hábitos de consumo cambian y que las empresas necesitan ajustar sus operaciones constantemente. Laya plantea que la digitalización debe asumirse como un cambio estructural que redefine desde la producción hasta la manera en que se generan relaciones con clientes y proveedores, más que como una simple tendencia.

 

 

Lo que advierte José Laya Quintana sobre la brecha digital en las PYMES

 

Uno de los puntos que más resalta en su análisis es el papel de las pequeñas y medianas empresas. Mientras las grandes corporaciones suelen contar con departamentos tecnológicos avanzados, muchas PYMES latinoamericanas todavía enfrentan limitaciones para acceder a herramientas digitales. La pregunta que surge entonces es inevitable: ¿cómo competir en igualdad de condiciones en un mercado global donde la innovación tecnológica es la norma?

Para José Laya Quintana, la respuesta está en la capacidad de estas empresas para implementar soluciones progresivas sin perder su esencia. En su criterio, se trata de diseñar estrategias ajustadas a las realidades de cada empresa, en lugar de replicar los modelos de las grandes compañías. A su juicio, la digitalización debe servir para fortalecer procesos básicos como la logística, la comunicación con los clientes o la gestión financiera, antes de aspirar a transformaciones más ambiciosas.

 

Además, Laya señala un problema estructural: la brecha digital es tecnológica, pero también cultural. Existen resistencias dentro de muchas organizaciones para adoptar nuevas herramientas, ya sea por desconocimiento o por temor a perder lo aprendido. Superar este obstáculo requiere programas de capacitación y un cambio de mentalidad que entienda la digitalización como aliada y no como amenaza.

 

Otro aspecto en el que el empresario pone énfasis es el papel de los gobiernos. José Laya Quintana sostiene que las iniciativas privadas, aunque indispensables, necesitan un marco institucional que facilite su desarrollo. ¿Cómo puede un país garantizar que su tejido empresarial avance hacia la digitalización sin quedar atascado en regulaciones engorrosas?

 

Según Laya, las políticas públicas deben orientarse a tres frentes: incentivos fiscales que permitan a las PYMES adquirir tecnología, programas de formación que reduzcan la brecha de conocimiento y una simplificación regulatoria que elimine trabas burocráticas. En ausencia de estos elementos, la digitalización corre el riesgo de convertirse en un privilegio para pocos en lugar de un motor colectivo de competitividad.

 

En este sentido, sus reflexiones invitan a pensar la digitalización como un proceso empresarial y como un proyecto de país. El acceso a la tecnología determina la capacidad de las naciones de insertarse en cadenas de valor globales, atraer inversiones y ofrecer mejores condiciones laborales a sus ciudadanos.

 

Construyendo el futuro desde hoy

¿Qué cabe esperar de la digitalización en América Latina en los próximos años? Para José Laya Quintana, el escenario está marcado por dos tensiones: por un lado, el avance de tecnologías como la inteligencia artificial, el big data y la automatización; por otro, las desigualdades en el acceso a estas herramientas. En la medida en que la región logre reducir esa distancia, será posible hablar de una verdadera transformación digital.

La pregunta clave es si las empresas están dispuestas a asumir la inversión necesaria para no quedarse atrás. Laya insiste en que la digitalización ya no es opcional: representa la línea divisoria entre las compañías que se mantendrán vigentes y las que desaparecerán. La competitividad, según su análisis, se medirá en términos de costos o calidad y en la rapidez para integrar innovaciones que mejoren la experiencia de los usuarios.