Este es un tema que por la dependencia que se le ha impuesto a la sociedad de las ARS's en República Dominicana sumada a la deuda acumulada de muchos años que tiene el Estado en el área de la Salud, todo aquel que siente fluir sangre por sus venas debería estar escribiendo acerca del mismo.
En los sistemas de Democracia Representativa como el de República Dominicana, muchos de nuestros gobiernos y gobernantes han sido excelentes estructuradores de grupos económicos y, copiadores de modelos de negocios de otros países, en ocasiones más avanzados que el nuestro, para beneficiar a esos grupos en franco perjuicio del soberano; es el caso de Las Administradoras de Riesgos de Salud, las ya famosas (ARS's).
Es penoso escuchar y ver la manera en que esas empresas anuncian, a la vez que celebran los grandes beneficios que obtienen de sus operaciones a costa de cada día ir disminuyendo los beneficios a sus afiliados y pagar miserias a los médicos por sus servicios prestados; eso es violación y violencia a la vez.
No tiene justificación ni explicación que una persona con años de afiliación en un comercio de esos llamados ARS y que paga sus cuotas con rigurosa normalidad, en el momento que se le presenta la eventualidad de una cirugía inesperada por tumores de mama, miomas en el útero, cualquier enfermedad catastrófica, entre otras, su Administradora de Riesgo de Salud le responda que no tiene derecho a que se le brinde el servicio solicitado porque al momento de su inscripción ya padecía la afección.
Cabe preguntar a la SISALRIL, si de verdad es la institución que debe velar por el equilibrio entre esos comercios y sus afiliados; cómo es posible que se siga permitiendo semejante atropello, bien sea que se haya hecho una evaluación o no al afiliado ante de su inscripción, por la cual le cobran una cuota que raya en el abuso.
En la actualidad está en pleno desarrollo en nuestro país un conflicto de intereses entre las empresas Administradoras de Riesgo de Salud y el Colegio Médico Dominicano, que a pesar de que los más perjudicados son los que pagan los capitales y beneficios de estas, resulta extraño que ante la negativa de los dueños de esos negocios para reunirse con los representantes de los Médicos, ni las autoridades correspondientes y mucho menos los empresarios, han mostrado interés en la solución del mismo.
Ese inercia denota la complicidad existente entre los diferentes estamentos de poder en nuestro país y, la permisivilidad para que particulares revestidos de empresarios engrosen sus arcas ante la mirada indiferente de quienes deben establecer y hacer cumplir los controles, aportar las soluciones y cuando sea necesario imponerlas.
Esa indiferencia cómplice es la que ha inducido a los beneficiarios de la administración de los bienes del Estado a privatizar, en ocasiones para sus beneficios, los servicios que por mandato constitucional deben estar garantizados por igual a todos los ciudadanos.
Es tiempo de que la Sociedad Civil representada por sus instituciones "sin fines de lucro" y comprometidas con el bienestar colectivo, asuma la responsabilidad de hacer entender a los administradores del Estado del pasado y el presente; que nuestra Constitución establece como uno de sus deberes garantizar a los gobernados los servicios básicos y, el de la salud es primordial y fundamental para la construcción de una sociedad equilibrada, segura y próspera.
Si el pueblo organizado, los empresarios y nuestro gobierno continúan tapándose los ojos ante esta situación y triste realidad que nos golpea a todos, podemos cosechar un indeseado desenlace.
ROQUE J DE LEÓN B. (MAE)
DIPLOMADO EN TÉCNICAS DE COMUNICACIÓN SOCIAL INTEGRAL
MIEMBRO DEL SNTP Y EL SINLOPP