El falo del Palacio

Ultima Actualización: miércoles, 29 de agosto de 2018. Por: Luis Henriquez Canela

Lo que sí sé es que a Puerto Plata se le hace todo más difícil.

En días pasados escribí un artículo mencionando que el municipio de San Felipe de Puerto Plata se dirige hace el este. Hacia el este cercano. En esta ocasión me quiero referir al este lejano. Al este de los grandes hoteles y proyectos, de las grandes familias dentro de las cuales hay algunas que estaban haciendo negocios en Puerto Plata y se fueron a “Romana”. Porque a La Romana se van los empleados de hoteles, a La Romana van los trabajadores, a “Romana” van los privilegiados. ¿Y será verdad que hay una componenda para evitar que Puerto Plata se desarrolle?

 

¿Y será verdad que, como dice el presidente de la Cámara de Comercio y Producción de la provincia de Puerto Plata, hay intereses oscuros detrás de ciertas trabas en las iniciativas que benefician a esta provincia? ¿Intereses oscuros? ¿Y de donde provienen esos intereses oscuros? ¿Del norte, sur, este u oeste? Del este dicen.

 

¿Y ese tollo de carretera que están construyendo de Navarrete a Puerto Plata, será parte de ese plan malsano? Ha dicho el Locutor de la Patria, Don Danilo Arzeno, en su Paredón Moral, que nos han hecho falta hombres y mujeres en el congreso, que hacen falta hombres en Puerto Plata que le exijan, reclamen, demanden, constriñan al gobierno a realizar lo que la provincia necesita, no lo que impongan algunos. Ha dicho que esa carretera que se está haciendo no es suficiente.

 

Ayer oí a alguien por la radio diciendo que si Gonzalo Castillo se postula, puede ganar. En Puerto Plata no tiene un voto, a no ser de los que cobran sus cuartos todos los meses. Es uno de los responsables de ese tollo, de esa afrenta para este pueblo. ¿Será parte de la trama? No es de dudar. ¿Está el gobierno alineado con los intereses oscuros para ralentizar el crecimiento de Puerto Plata? ¿O solo son conjeturas?

 

Tengo años oyendo lo mismo y no tengo respuestas concretas, lo que sí tengo son realidades. Y las realidades confirman las presunciones.  

 

Lo que sí sé es que a Puerto Plata se le hace todo más difícil. A Puerto Plata para construirle una letrina hay que hincarse y sostener el falo del palacio más de una vez, apretujarlo, vaciarlo y tragarlo como un yogurt, luego, levantarse, sonreír agradecido, pasarse el antebrazo por el labio para secar la humedad y luego marcharse a esperar los milagros.

 

Y después de esa desesperada sorbida, como prostituta de barrio, esperar a que Gonzalo trace una carretera de dos, tres y cuatro carriles (¿?) para una provincia que necesita, no eso, necesita una carretera de ocho carriles.



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