PUERTO PLATA.- Los cuestionamientos siguen lloviendo sobre el Centro de Corrección y Rehabilitación San Felipe de esta ciudad atlántica, donde el pasado sábado un interno murió y varios resultaron heridos durante el fragor de un motín.
Por más explicaciones que emiten las autoridades sobre el trágico incidente donde falleció el reo Raúl Alfonso Bonilla De La Cruz (La R), la población continúa con muchas interrogantes sobre las frecuentes situaciones que se registran en el penal local.
Bonilla De La Cruz quien estaba sentenciado a 20 años de prisión por homicidio, fue asesinado a puñaladas y dos balazos realizados con un revólver calibre 38 milímetros, arma de fuego cuya procedencia no ha sido explicada de forma convincente.
La versión cruda del suceso dice que el occiso fue emboscado por otros privados de libertad encabezados por el presidiario Víctor Manuel Valerio, quien supuestamente “le disparó a quema ropa” con el mencionado revólver que habría sido lanzado al patio del recinto desde la calle.
Mientras que familiares del fenecido acusan a la dirección del Centro Penitenciario de hacerse de la vista gorda al permitir la ocurrencia de ese hecho de sangre, debido a que irónicamente “la seguridad de esa cárcel nunca ve nada anormal”.
En tal sentido, se continúa criticando la forma relativamente fácil en que son introducidas armas al recinto penitenciario de Puerto Plata, situación que ha dejado saldos de internos muertos y heridos en los famosos motines que se registran en dicha cárcel.