Impronta

Ultima Actualización: lunes, 14 de febrero de 2022. Por: Maria Cristina Gonzales

Simples cosas

Me preguntaba siempre ¿Por qué algunos extranjeros se quedaban a vivir en República Dominicana? Entendiendo que algunos vienen de países con mucho desarrollo humano y del viejo mundo , indagando a distintas personas y procurando,  no dar cabida a los prejuicios , descubrí que tal vez las cosas que nosotros llamamos molestias, para ellos es novedad,  como  por ejemplo un vendedor, una guagua anunciadora, un ruido de motor, un pariente lejano que llegó sin avisar, un limpia vidrios, una marchanta, varias sillas en el frente de la casa, bocinas altisonantes con música , los teteos, los gestos propios de nuestra gente al hablar, los saludos a desconocidos, el café que los vecinos se pasan  por la ventana, las habichuelas con dulces que se comparten con los amigos, el cuidado a nuestros  ancianos.

Las calles nuestras son expresiones de alegría improvisada, espontaneidad y libertad, indistintamente de los motivos, son el escenario por excelencia para hacer lo que les agrada.

Aquí ni siquiera la pandemia calló el ruido y la estridencia que genera la cotidianidad dominicanidad. Definitivamente esas simples cosas acompañan a quienes nos visitan, los motivos por los que los extranjeros se refugian en este país son distintos. Sin embargo, no hace falta el viento para que el olor de la solidaridad les alcance a ellos y al final decidan quedarse en los brazos de una dominicana o vecina extranjera, aunque dejen la piel, lo que sí tengo por seguro que no mueren de soledad, ni los encuentran por el hedor.

 

María Cristina González

Comunicadora