Poder Ejecutivo dispone trasladar restos del patriota puertoplateño Gregorio Urbano Gilbert al Panteón de la Patria

Ultima Actualización: viernes, 15 de enero de 2021. Por: ANTONIO HEREDIA

Mediante el decreto 8-21, el Gobierno dominicano dispuso este jueves que los restos mortales del patriota Gregorio Urbano Gilbert, sean trasladados al Panteón de la Patria, como forma de honrar su memoria.

PUERTO PLATA.- Mediante el Decreto 8-21 el Poder Ejecutivo dispuso ayer el traslado al Panteón de la Patria los restos mortales del patriota nativo de Puerto Plata, Gregorio Urbano Gilbert Suero.

La disposición gubernamental destaca que Gilbert Suero fue un insigne luchador de la soberanía y la dignidad del territorio dominicano en 1916 y 1965 ante la intervención militar norteamericana formando parte del movimiento nacionalista denominado “Los Gavilleros”.

Mediante el decreto 8-21, el Gobierno dominicano dispuso este jueves que los restos mortales del patriota Gregorio Urbano Gilbert, sean trasladados al Panteón de la Patria, como forma de honrar su memoria.

También se dispuso la creación de la Comisión de Exaltación que estará presidida por la ministra de Cultura y además la integrarán el presidente de la Comisión Permanente de Efemérides Patrias, el presidente de la Academia Dominicana de Historia y el director del Archivo General de la Nación.

Asimismo, una representante del Ministerio de Educación; un representante del Ministerio de Interior y Policía; un representante del Ministerio de Defensa; el rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD); un representante de la Asociación Dominicana de Universidades (ADOU) y un representante del Museo Memoria de la Resistencia Dominicana.

Se destaca que Gregorio Urbano Gilbert Suero nació en Puerto Plata el 25 de mayo de 1898, hijo de los señores Narcisa Suero y el inmigrante bahameño Benjamín Gilbert, pero lamentablemente quedó huérfano a temprana edad siendo criado por sus hermanos.

En 1916, Gilbert se instaló en San Pedro de Macorís donde trabajó como linotipista, y como vendedor en una tienda de abarrotes donde el 10 de enero de 1917, los marines estadounidenses estaban invadiendo “La Sultana del Este”.

Allí, el jovencito puertoplateño decidió luchar contra los invasores, por lo cual cargó con un revólver, gritó ¡Qué viva la República Dominicana! y disparó contra los marines, matando al oficial C. H. Burton en el tiroteo.

Se unió a la guerrilla contra la ocupación estadounidense; fue capturado y condenado a muerte. Su sentencia fue conmutada por cadena perpetua, pero fue puesto en libertad el 22 de octubre de 1922.

Luego fue al exilio en Cuba, Curazao y Nicaragua, en este último país se unió a la rebelión del general Augusto César Sandino contra la ocupación estadounidense de ese país. En 1929 regresó a República Dominicana y en 1965 participa en la Revolución de abril de 1965.