El azar de la historia, la emoción y el triunfo de Donald Trumph-VIII

Ultima Actualización: martes, 20 de diciembre de 2016. Por: Angel Artiles Diaz

Las técnicas de propaganda modernas -que incluían imágenes fuertes y mensajes simples- ayudaron a impulsar a un Hitler nacido en Austria.

Las técnicas de propaganda modernas -que incluían imágenes fuertes y mensajes simples- ayudaron a impulsar a un Hitler nacido en Austria que, de ser un extremista poco conocido, se convirtió en uno de los principales candidatos en las elecciones presidenciales alemanas de 1932. Enciclopedia del Holocausto.

El 1 de abril de 1930, se aprobó en Hannover una ley prohibiendo la Hitlerjugend (las Juventudes Hitlerianas)  y a Goebbels se le condenó por alta traición a finales de mayo. En Baviera, el 2 de junio,  se prohibió que los militantes políticos se uniformaran, el día 11, Prusia proscribió al grupo de los “camisas pardas” de las SA y las insignias alegóricas. En julio, Prusia  prohibió a sus funcionarios hacerse miembros del NSDAP (Partido Nacional Socialista) y del KPD (Partido Comunista), Goebbels fue re-apresado, juzgado y condenado de nuevo, ahora por «insulto público» y, se encausó a los oficiales militares por “formar células nacional socialistas”.

El 10 de marzo de 1931, con las pugnas callejeras entre el Rotfront y la SA, por la muerte del Wessel, Prusia   prohibió de nuevo “los camisas pardas”. Los de las SA mataron a tiros a dos comunistas, lo que produjo la prohibición de los discursos en público de Joseph Goebbels, quien le buscó un bajadero a la prohibición  grabando los discursos y amplificándolos ante el público sin su presencia.

A finales de 1931, la SA había sufrido 47 muertes y el Rotfront 80. En la primera vuelta (de las elecciones del 13 de marzo) Hitler alcanzó 11 millones de votos, detrás de Hindenburg. En la  segunda vuelta (10 de abril) logró el 36,8% de los votos, perdiendo frente a Paul von Hindenburg, quien consiguió el 53%, y Thälmann, el candidato del KPD, solo logró un 10,2% de los votos.  

Los éxitos electorales de Hitler, disminuyeron  al Partido Comunista (KPD), el que como respuesta, se fue a la ilegalidad y hacia los métodos violentos. Los enfrentamientos se sucedieron en toda la geografía alemana, avivándose la llama  con la muerte a tiros  de Axel Schaffeld, líder de las SA. En la última semana de julio de 1931, el Partido Nazi alcanzó casi 14 millones de votos, logrando 230 escaños en el Reichstag.   Hitler aprovechó para exigir que le nombraran canciller. Papen no aceptó y en cambio le ofreció la   vicecancillería, que Hitler rechazó.

Hermann Göring, presidente del Reichstag, solicitó al gobierno tomar medidas firmes para frenar el aluvión de muertes de partidarios del nacionalsocialismo. En agosto, se acogieron varias correcciones al estatuto del Reichstrafgesetzbuch (Código Penal Común) que ampliaban las penas por “actos de violencia política” hasta “cadena perpetua, 20 años de trabajos forzados o pena de muerte”.  

Ese Código, les fue aplicado a cinco miembros de las SA, acusados de asesinato de un miembro del KPD. Adolf Hitler participó en el juicio como testigo de la defensa, pero los acusados  fueron declarados culpables y condenados a muerte. Un mes después, en septiembre, la sentencia fue variada en apelación por cadena perpetua, beneficiándose de la amnistía que Hitler, ya en el poder, dictó en 1933.

Siguieron los torneos electorales, el partido nazi perdió 35 escaños en las elecciones de noviembre de 1932, pero mantuvo el primer lugar,  con más representación en el Reichstag. Después de que Papen dejara el puesto, habló con Hitler acerca de su influencia sobre la persona del presidente Hindenburg,  a quien le propondría que hiciera canciller a Hitler, siempre que él, Papen, fuera nombrado vicecanciller.

Efectivamente, Hindenburg nombró canciller a Hitler el 30 de enero de 1933, a propósito de la formación de  una coalición entre los nazis y los conservadores nacionalistas, en la que tres miembros eran nazis: Hitler como Canciller, Wilhelm Frick  como Ministro de Interior y Hermann Göring como Ministro sin Cartera).

Todo este clima de caos y violencia, catapultó al partido de Hitler a las cimas del poder, sin que mediara ningún estudio mercadológico, sino un aprovechamiento estratégico de los acontecimientos, que lo llevó a alcanzar una impresionante victoria en el Reichstag, con 107 escaños 6,406,397 (18,3%, de los votos). 

Adolf Hitler dijo  a un corresponsal británico en Berlín, en junio de 1934: “A riesgo de que parezca una tontería, le diré que el movimiento nacional socialista durará 1000 años... No olvide cómo se rieron de mí hace 15 años cuando declaré que un día yo gobernaría Alemania. Ahora ríen, igual de estúpidamente, cuando digo que seguiré en el poder.”