Estamosen una época de indetenible mutación, de evidente alteración ideológica, en laque los órdenes globalizantes del capital financiero mundial determinan eldestino de la humanidad en una vorágine sistémica tecno-mediática de subsunciónde la subjetividad colectiva.

El pensamiento humano se desvanece sobrelos escombros de lo que en épocas anteriores fue un proyecto de organización delas sociedades humanas y a la problemática regional se le anteponen losproblemas globales de la coexistencia de las grandes economías, para las quelas naciones sub-desarrolladas no son más que mercados emergentes y fuentes dematerias primas y mano de obra barata.

Ese nuevo orden global motoriza  la desagregación poblacional, motivamigraciones, desestimula el pensamiento crítico, introyecta adefesios musicalesy vestuarios  ridículos que han convertidola generación emergente en una masa inconsciente de payasos que más que risamotivan la pena.

Hay una pesada realidad que nos excedeporque nuestra capacidad de determinación democrática, solo puede llegar alsimple horizonte corto, que es hasta donde nos permite ver la realidadestratégica de la democracia táctica, bajo cuya sombra pastamos, mientrassiembran el ambiente nacional de percepciones y se nutren de sus consecuencias.

Por encima de la determinación y autonomíade la condición humana, está la realidad económica, entiéndase, las grandesdecisiones que toma el gran capital, por encima de los congresos y losgobiernos.

El momento es para nutrirnos de lamentalidad creativa de Hugo Zemelman, muy especialmente de sus obras: “Loshorizontes de la razón” y “El ángel de la Historia”, en las que el autor,  en su lucha contra los molinos de viento,siempre presentes en las rutas de la utopía, en su afán  por rescatar al sujeto histórico, nos invitaa “abrirnos a los horizontes de la razón, por ser esta la forma política derazonamiento capaz de activar la realidad.”

Es hora de acatar la advertencia deZemelman en relación con la producción intelectual, en el sentido de que éstapuede significar "una simple acumulación de certezas, o bien creatividadque nos enriquezca la mirada" (Horizonte de la Razón, III, p. 120).

“Este enriquecimiento obedece a lanecesidad de ver la realidad desde otro lugar, desde el lugar de nuestrasutopías históricas, desde nuestras afectaciones epocales, desde loindeterminado posible de conquistar.” Hugo Zemelman, obra citada.

En lo que a esta media isla e refiere, elaislamiento elitista es una característica común en la coinciden losintelectuales del patio, que se conforman con destacar las asimetrías en elreparto de las riquezas y las diferencias ideológico-políticas,técnico-industriales, financiero-económicas  que seenseñorean describiendo  la geopolítica delmundo… y no aportan ni siquiera una propuesta, ni una voz de aliento y, dejanpara después la puesta en cuestión de sentidos dominantes y la aperturade nuevos campos de experiencia.

Las  formas de entendimiento sobre elsignificado de la realidad social son diversas y complejas. Dentro de esamadeja de formas debemos   encontrar laque mejor contribuya a que el encarrilamiento  social se actualice con nuevos abordamientossobre el problema de cómo el sujeto inquilino de la marginalidad, establece larelación de conocimiento con la realidad, para poder influir en ella. Debemoscrear un movimiento que organice nuestro pensamiento.