“…el origen de todos los graves problemasde la crisis actual tiene su principal causa en “la disociación entre lasescalas de la economía y de la política”. Las fuerzas económicas son globales ylos poderes políticos son nacionales. “Esta descompensación que arrasa lasleyes y referencias locales convierte la creciente globalización en una fuerzanefasta…” Zigmunt Bauman, filósofo y sociólogo polaco famoso por su concepto dela modernidad líquida, 

¿Qué hace la clase intelectual del patiodesde su nido de super individualidad? ¿Crear miedos de concienciación? ¿Rumiarsus saberes o asistir al velatorio de su capacidad empobrecida para hacerfrente a las adversidades que padece la patria?

¿Cuándo llegue el momento de provocar ungiro en el sistema, o algún cambio sustantivo, donde se colocarán losintelecto-habientes?  ¿En la opción de“transición” o en la opción  de “cambio”?

¿Cuándo se pronunciarán  sobre el alcance de los actuales trastornos?

Dos décadas atrás  había que invertir mucho tiempo para hacerllegar un mensaje y mucho más para organizar una protesta masiva, hoy sinembargo, con el uso de las redes sociales se convocan enormes concentracionesen fracciones muy breves de tiempo.

A la emoción colectiva le falta elpensamiento prohijado en el intelecto.

Ellos lo saben, la emoción  sin pensamiento, no llega más allá del fragorde una marcha”.

Ellos saben que del alboroto de la emocióncolectiva solo se obtienen desahogos y sudores.

La sociedad dominicana reproduce la bacanaldel  carnaval electorero que acaba en símismo, y no genera consecuencias. Porque en política todo está permitido yterminado el torneo vuelve la anomia de antes, volvemos a lo mismo, y así, dela misma manera que nos arrebañan, nos dispersan.

A pesar de la oscuridad reinante, pareceque estamos en una fase especialmente interesante, burbujean las probetas dellaboratorio social, más  pronto que tardela crisis llegará a su meta y, sin duda, las cosas serán diferentes pero ¿dequé modo? No se avizoran en el horizonte ni el adalid ni la propuesta.

Una característica que distingue la crisismoral que vive la sociedad dominicana, es la indiferencia de loslibre-pensadores, apertrechados detrás de un escritorio, gardeando un cheque,mientras en sus narices (estratégicamente instaladas), se profundiza el procesoanómico.

¿Cuáles son los marcos referenciales  de estas estructuras sociales, volubles alsigno de peso, afectadas de individualización social, sin posibles alternativasespirituales  y sin accionar comunitarioen esta era de relaciones sociales profundamente líquidas, precarias, aparentementetransitorias y paradójicamente estacionarias, volátiles por demás?

Este sistema caótico parece definitivo,mientras agotamos el preciado tiempo: describiendo nuestras contradicciones, lustrandolas tensiones existenciales de las alambradas que deslindan nuestrascolindancias banales, generando una mirada maliciosamente compasiva de los queestán arriba, sin más mérito que el arribismo (y excepcionalmente la vocaciónde servicio).

“…El sentimiento dominante hoy en día es laincertidumbre, la inseguridad y la vulnerabilidad. Se trata de una particular“precariedad”, la de esa inestabilidad asociada a la desaparición de patrones alos que anclar las certezas…” Zigmunt Bauman