LA MANZANA: UNA DE LAS FRUTAS
MÁS SANAS Y CONVENIENTES
29 de agosto del 2007
El naturista francés
Maurice Mességué, en su libro Mi herbolario de salud, dice: "Eva
comió la manzana, se la dio a Adán y aquí acabó el Paraíso
Terrenal... En realidad, aquella manzana simbólica no es sino la
traducción del latín "pomum" que significa simplemente fruta,
sin más precisión. Pero que la palabra "pomum" haya dado nuestra
manzana basta para demostrar la importancia (culinaria,
económica, nutritiva y cultural) de esta esfera achatada vegetal
-a imagen de la Tierra-, repleta de virtudes medicinales".
Efectivamente, el fruto
de Eva nos hizo perder el Paraíso, pero vino a compensarnos
bastante de sus fatales consecuencias remotas con el mayor
aporte de salud que pueda tener fruta alguna.
La lírica reseña de
Mességué contiene un encendido relato de las virtudes
medicinales de las manzanas contra los cólicos, estreñimiento,
dolor de cabeza, enfermedades de los ojos, ictericia...etc..,
que han sido verificadas por recientes investigaciones médicas.
Más adelante haré una reseña de los muchos componentes de la
manzana y de los efectos nutritivos y medicinales de tiene
-ensalzados por la medicina naturista con respaldo científic-,
además de un extracto de lo que se ha publicado sobre los
efectos preventivos que tiene este maravilloso fruto sobre la
salud del corazón.
Dice Mességué que la
manzana en sí es calmante ("una buena manzana al acostarse y el
sueño acude más rápidamente", asegura); refrescante, diurética y
antidiarréica. Ya nuestras abuelas curaban o trataban las
diarreas con manzanas rayadas (dejando que se oxidaran algún
tiempo con el aire ambiental) o bien asadas. Hoy se sabe que es
porque las manzanas son muy ricas en sustancias que tienen la
propiedad de hincharse en el estómago e intestino, con lo que,
además de su acción astringente, absorben sustancias y
microorganismos nocivos.
De las manzanas se
describen numerosas propiedades que contribuyen tanto a la
nutrición como a la curación o alivio de algunas enfermedades,
siendo su principal beneficiado el aparato digestivo.
Pese a las numerosas
hibridaciones a las que ha sido objeto, en las variedades
hortícolas: Reineta, Starking, Golden, Fuji, Granny smith, Royal
gala, Melrose, Belleza de Roma... y en decenas más, se
encuentran azúcares asimilables para el buen equilibrio del
cuerpo, ácidos esenciales (entre ellos, el ácido málico),
pectinas, tanino, vitaminas y minerales imprescindibles para
nuestra salud (potasio, sodio, calcio, hierro, magnesio,
fósforo...).
Hace unos años, los
investigadores Ershoff, Wells y Keys descubrieron que las
pectinas que contiene, que forman parte de la membrana celular,
bajan las cifras de colesterina en sangre por lo que puede
decirse que previenen la aparición de infarto de miocardio.
Por otra parte, el
Instituto Nacional de Salud Pública de Bilthoven (Holanda), y
numerosos científicos e investigadores más tarde, han confirmado
que las sustancias salutíferas contenidas en las manzanas
disminuyen notablemente el riesgo de sufrir infarto.
Aunque muchas veces la
cultura popular sea despreciada, por suponerse que carece de
principios científicos o que éstos no son fiables, sobre las
virtudes de las manzanas sobre el corazón hace mucho tiempo que
en Inglaterra existe una sentencia popular que dice: "An apple a
day, keeps the doctor away", que nosotros podríamos decir:
"Comiendo al día una manzana olvídate del médico. Tu salud será
sana". Algo bueno, y no poco, contiene la fruta de nuestra
perdición bíblica. A. Rízquez.
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