NUEVA TERAPIA CONTRA FALLO
HEPÁTICO
27 de septiembre del 2007
Una nueva forma de tratar el fallo
hepático, un trastorno letal, fue desarrollada por científicos
en Estados Unidos.
El hígado es uno de los grandes órganos capaces de regenerarse.
La técnica consiste en
"sofocar" la respuesta del sistema inmune utilizando células
madre de la médula ósea del paciente.
Hasta ahora el
procedimiento sólo ha sido probado en animales, pero según los
científicos, si funciona podría salvar muchas vidas.
El estudio, que aparece
en PLOS One, la revista de la Biblioteca Pública de Ciencias de
Estados Unidos, afirma que el procedimiento podría
potencialmente ayudar al paciente con fallo hepático a
mantenerse vivo más tiempo hasta encontrar un órgano.
Asimismo el hígado
podría tener más oportunidades de repararse a sí mismo.
Ente los grandes
órganos, el hígado es uno de los pocos que son capaces de
regenerarse.
Sin embargo, no puede
soportar el extenso daño que provocan enfermedades como la
hepatitis crónica, o el consumo excesivo de alcohol durante
largos períodos.
Actualmente, el único
tratamiento para disfunción hepática severa "de última etapa" es
un transplante.
Pero los órganos de
donante son limitados y los receptores deben tomar poderosos
medicamentos para suprimir la respuesta de su sistema inmune.
Células clave
Los aparatos externos de
asistencia hepática han logrado exitosamente ayudar a algunos
pacientes.
Pero estas máquinas
requieren un abastecimiento de células hepáticas, de preferencia
humanas, las cuales son difíciles de obtener.
Los investigadores del
Hospital General de Massachusetts utilizaron células madre
mesenquimales o MSCs.
El alcohol puede conducir a serios daños en el tejido hepático.
Estas son células de la
médula espinal que son capaces de convertirse en tejidos que
provocan el desarrollo de células sanguíneas en la cavidad
medular.
Investigaciones previas
han demostrado que las MSCs son capaces de inhibir varias
actividades del sistema inmune, aparentemente frenando el
movimiento de las células inmunes hacia las zonas dañadas.
Un abastecimiento de
MSCs puede ser extraído de la propia médula del paciente y
multiplicarlas a niveles que sean terapéuticamente útiles.
Los investigadores
probaron varias formas de utilizar las células para tratar a
ratones con fallo hepático.
Descubrieron que
simplemente transplantando las MSCs a los hígados de los
animales no resultó efectivo.
Sin embargo, dos métodos
de suministrar moléculas secretadas por las células disminuyeron
la inflamación dentro del hígado y detuvieron la muerte celular.
Asimismo, cuando se hizo
circular la sangre de los ratones con fallo hepático a través de
un bioreactor externo que contenía MSCs se logró reducir
significativamente la enfermedad en los animales, y las tasas de
supervivencia aumentaron de 14 a 71%.
Según los autores del
estudio, en teoría un paciente podría recibir una inyección con
un medicamento que contenga moléculas derivadas de las MSCs para
tratar de detener el daño celular, y permitir que el órgano se
regenere.
La investigación, sin
embargo, todavía está en sus primeras etapas y se necesitarán
muchos más estudios que confirmen estos resultados.
Fuente: BBC Mundo
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