OPERACIONES
RECHAZAN VENTA ACCIONES REFINERÍA A
VENEZUELA
Por:
Guillermo Caram
Lunes 22 de Junio de 2009
SANTO DOMINGO:-Independientemente
de detalles numéricos y las formalidades dadas a conocer por la
comisión oficial designada para estudiar la operación de venta
de acciones de REFIDOMSA al Estado Venezolano.
En tal sentido creemos
pertinente advertir que lo esencial es el riesgo que corre
nuestra soberanía al vincularse hasta la dependencia a través de
la inversión estatal extranjera de una nación más poderosa
política, económica y militarmente que la dominicana.
Al respecto conviene recordar las siguientes experiencias:
1. En el año 1821 los dominicanos declaramos la independencia
del dominio español y el presidente Núñez de Cáceres solicitó el
protectorado de la Gran Colombia concebida por Simón Bolívar.
El “Libertador”, como se
le suele llamar al prócer venezolano, no mostró entusiasmo de
obtemperar al requerimiento dominicano pero mantuvo buenas
relaciones con Haití en reciprocidad al respaldo que éste le
había ofrecido en sus aventuras libertarias.
El resultado fue la
invasión haitiana a la parte oriental de la Isla y 22 años de
ocupación militar haitiana hasta que Juan Pablo Duarte inspirara
la desocupación en 1844.
Por esa razón se conoce
la gesta de 1821 como la independencia efímera.
2. A principios del siglo pasado y como consecuencia del
excesivo endeudamiento externo del país, la nación se endeudó
con los EE.UU. mediante un préstamo destinado a saldar otras
deudas externas e internas, especialmente con potencias europeas
que nuestros vecinos del norte querían desinteresar para
mantener su hegemonía hemisférica.
Mediante dos
convenciones firmadas al respecto, 1905 y 1907, la nación adoptó
una especie de protectorado que comenzó colocando las aduanas
bajo administración norteamericana y terminó con la ocupación
militar de 1916.
Estos dos ejemplos ilustran de lo que es posible cuando la
nación se supedita a Estados extranjeros mas poderosos que el
nuestro, especialmente aquellos dotados de un poderío político y
militar.
Y estos antecedentes ilustran la amenaza potencial que pende
sobre la dominicanidad la anunciada inversión estatal venezolana
para la compra de acciones de REFIDOMSA; puesto que cualquier
diferendo comercial, económico, financiero o gerencial puede
concluir con intervenciones políticas y ocupaciones militares
como sucedió en las dos experiencias citadas.
Con relación al documento puesto a circular por la Comisión
Oficial designada al efecto, es conveniente advertir que el
mismo contiene una serie de quimeras e ilusiones, aparentemente
recurridas como argumento publicitario; tal y como ha sucedido
con otros proyectos gubernamentales ejemplo de lo cual son las
dos plantas a carbón de 600MV. Veamos:
1. El gobierno dominicano señala en el punto 1 del documento
como bondades del acuerdo, que con la venta de las acciones a
Venezuela se aumentaría el suministro de crudo venezolano de 30
a 50 mil barriles diarios.
Algo similar postularon
cuando le compraron las acciones a la Shell y no lograron. Y es
que la capacidad de procesamiento y almacenamiento de REFIDOMSA
está limitada a prácticamente los niveles actuales.
De manera que la
pretensión gubernamental no deja de ser una quimera o un recurso
publicitario para justificar la operación.
Sobre este punto conviene precisar que la mayor disponibilidad
financiera argumentada por el supuesto incremento de consumo
petrolero no beneficiaría a la población ni a la economía puesto
que los consumidores y agentes económicos pagarían en dinero
constante y sonante, al contado, el consumo de combustible; sino
que iría, como endeudamiento, no como consecuencia de
generosidad alguna, beneficiando únicamente al gobierno para
cubrir sus crecientes déficits fiscales.
Recuérdese que ese
endeudamiento tendría que ser pagado en el futuro con recursos
procedentes del presupuesto nacional nutrido del dinero de los
contribuyentes que ser vería mermado en su capacidad de
prestación de servicios públicos demandados por la población.
2. Postula en el punto 4 un aumento de la “capacidad
de…refinamiento de REFIDOMSA”. Recuérdese al respecto que
REFIDOMSA, mas que refinería es una destilería, de paso obsoleta
e ineficiente en términos tecnológicos.
Aumentar la capacidad de
refinamiento mediante ese procedimiento destilero resulta
improcedente y antieconómico.
Y aumentarlo mediante
nuevas tecnologías de refinación resulta técnicamente imposible
puesto que implicaría la superposición de una tecnología moderna
de refinación como debe de ser a una destilería diseñada hace 40
años.
Para ilustración, esto
es comparable a convertir un aparato electrónico análogo en
digital o sustituir la combustión de vehículos que utilizan
carburadores para instalarles el moderno sistema de inyección.
3. Plantea en el punto 6 la posibilidad de acceso tecnológico
para la exploración y explotación de crudo y gas natural, lo que
no ha hecho con su par ecuatoriano, como si Venezuela le
convendría incorporar un nuevo competidor en el Caribe.
4. Confiesa en el punto 7 el interés venezolano de vender mas
productos venezolanos, lo cual es factible en el rol de
REFIDOMSA como importador, no como procesadora; puesto que
actualmente solo satisface la tercera parte del mercado nacional
y el resto puede ser comprado en otros mercados a precios y
calidad mas competitivos, incluyendo el mercado spot.
Sobre este punto conviene también recordar que REFIDOMSA no
procesa petróleo propiamente dicho sino un crudo reconstituido
mediante un “coctel” que le prepara expresamente la industria
petrolera venezolana; una especie de derivado, subproducto
residual del procesamiento refinado del petróleo natural.
Como consecuencia los
combustibles emanados de REFIDOMSA poseen contaminantes que
están por encima de lo que ordinariamente se encuentran en el
petróleo de buena calidad. Y ese crudo reconstituido, por estas
razones, no tiene mucha demanda ni existen muchas instalaciones
industriales expresamente diseñadas para procesarlas; siendo
objeto, en ocasiones, de rechazos comerciales por sus negativas
consecuencias en la preservación los motores que lo consumen y
del medio ambiente ocasionados por los gases derivados de su
combustión.
En resumen, al llegar a ser VENEZUELA un suplidor preferencial
con apetencias de exclusividad de REFIDOMSA; pudiera interesarle
expandirse para conquistar una proporción mayor del mercado
nacional, supliendo mas crudo, reconstituido si posible fuera o
de otro tipo; todo atado en función de un financiamiento al
servicio de sus intereses.
Pero no así a los nacionales.
Ante cualquier autoridad nacional que opte por no seguir
endeudándose para quemar combustible o por no seguir utilizando
materias primas que provoque derivaciones contaminantes durante
la combustión en motores y medio ambiente; es previsible la
germinación de diferendos económicos y financieros que pueden
concluir en intervenciones políticos y ocupaciones militares.
Igual puede suceder ante un gobierno nacional que decida adoptar
políticas públicas estimuladoras de la competencia para la
competitividad que implica la compra y venta a los mejores mejor
postores, en términos de precios y calidades, tanto de crudos
como refinados. Ante un gobierno nacional que postule, como debe
ser, la liberalización del mercado de combustibles en el marco
de la competencia consustancial con la competitividad; la
atadura a un Estado extranjero suplidor y copropietario, y en
consecuencia coadministrador, traduciría conflictos
potencialmente dirimibles con imposiciones políticas o el uso de
la fuerza militar
Finalmente conviene advertir las consecuencias de posibles
cambios políticos en la propia Venezuela.
Hoy día estamos de paños
y manteles con el gobernante de turno, nada de lo cual garantiza
que así será en el futuro. Durante los gobiernos de Acción
Democrática en la primera parte de los 80s, fueron enviados
embarques petroleros sustentados informalmente con sus pares
dominicanos que posteriormente estos embarques tropezaron con
exigencias propias de los cambios de gobierno dominicano y a
raíz del acuerdo venezolano con el FMI.
Los conflictos del
Presidente Betancourt durante la dictadura, también puede servir
de ilustración.
E incluso, los vaivenes de la política mundial puedan
afectarnos.
Quien sabe si el
Presidente Chávez en su afán por liderar el socialismo del siglo
XXI opte por una dimensión internacional que implique su
abandono de la política doméstica como lo hizo el Ché Guevara
con posterioridad a la revolución cubana.
O que la correlación de
fuerzas de la geopolítica internacional, que es tan voluble como
lo demuestra que ayer Mohamed Gadhafi era el enemigo número 1 de
los EE.UU. y hoy ha pasado a ser su aliado en el Oriente,
determine cambios en la política venezolana que deje la
dominicanidad plantada como sucedió en 1821 con le independencia
efímera de Núñez de Cáceres
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