¿HACIA DONDE VA CABARETE?
Por: Luis Henriquez
30-05-2007
Una
pequeña población que hace unos años era solo visitada por
dominicanos y algunos extranjeros, caracterizada por pequeños
restaurantes informales y algunas casas principalmente propiedad
de puertoplateños, santiagueros y capitalinos, se ha convertido
en recepcionista de residentes extranjeros permanentes o de
tiempo parcial.
Hace unos quince años, esta comunidad se
perfilaba como la sustituta de Sosua en cuanto a la recepción de
turistas. Sosua, como todos sabemos, tuvo que sobrevivir a
grandes tempestades, desde la prostitucion que casi lo arropaba
todo, hasta el descuido gubernamental. Es tan cierto lo que
decimos, que, para poner un solo ejemplo, la carretera que
va desde la entrada de Maranata, hasta el Batey, permaneció
semidestruida por espacio de tres o cuatro años. Primero
hicieron la zanja del medio para poner tuberías y después de
asfaltada entonces picaron los laterales. Esa situación, sumada
a una crisis de imagen promovida por pederastas, homosexuales y
chulos internacionales que vinieron a saciar su sed a cambio de
unos pocos dólares, vio caer el buen perfil internacional de
esa comunidad, alabada por muchos por el calor de su gente y la
descomunal belleza de su playa, la mejor del país a decir de
muchos.
Cabarete,
en ese entonces, con una asociación para el desarrollo integrada
por los mejores hombres de la comunidad, visionarios y
comprometidos noche y día, con una cantidad de actividades,
entre las que podemos mencionar, la Copa Mundial de
Windsurfing Profesional y
el festival de Jazz, ha mantenido su imagen
limpia y poco a poco se ha ido ganando el favor de los
visitantes locales y extranjeros.
Contrario a lo que muchos habíamos pensado que
sucedería, la hoteleria en esa comunidad ha pasado a un segundo
plano frente a la residencia permanente de extranjeros lo que ha
dado pie a la construcción de casi una decena de condominios.
En la actualidad solo tres hoteles poseen el servicio de “todo
incluido”, el hotel de Viva Resort, el hotel Azurro y el Casa
Laguna. El Hotel Velero, da el servicio, pero no bajo la
modalidad del todo incluido.
Los proyectos habitacionales que en la modalidad
de
condominios han sido desarrollados durante los últimos años son:
Ocean point I, y II, Ocean Dreams, Ocean One, Harmony, Cabarete
East, Wind Surf, Ocean Taste, entre otros todavía en
construcción. Los apartamentos frente al mar se venden desde
los 250 mil dólares y es tan próspera la actividad, que los
compradores los adquieren, en la mayoría de los casos, aún
estando en planos.
Algunos de los desarrolladores de estos
proyectos reconocen que, a la larga, Cabarete se va a convertir
en recepcionista de extranjeros a tiempo completo. La generación
de empleos producto de esas construcciones, el dinamismo de la
comunidad se encuentra en su punto máximo en muchos años. Se
piensa que va a seguir así por algún tiempo.
Estando así las cosas: ¿Hacia donde va
Cabarete? Bueno, de no detenerse la ola de violencia y robos a
casas y negocios de extranjeros, si se continúa con ese
descontrol, podría ser que muchos de los residentes y de los que
recién han adquirido propiedades, vuelvan a sus países de origen
o vayan a parar a otra de las islas que nos circundan donde
encuentren mayor seguridad.
Dentro de las principales causas que empujan la
delincuencia se encuentra la gran cantidad de personas de muy
bajo nivel de escolaridad que circundan la zona, la falta de
empleo y la carencia de una vigilancia efectiva por parte de la
Policía Nacional. Esto último tiene que ver con la carencia de
recursos con que cuenta esa institución, a la cual se le percibe
muchas veces como simple receptora de querellas y denuncias y no
como debería ser, una institución destinada a investigar,
detener, encarcelar y someter a la justicia a los infractores.
Lo que hay es, que sea en la modalidad de
residentes, o como turistas de paso, debemos garantizarle
seguridad a esa comunidad cuyo crecimiento se encuentra en su
punto máximo, todo esto para que en un futuro no tengamos que
lamentarnos.
Es muy cierto que aunque la residencia de
extranjeros de manera permanente no va a generar la cantidad de
empleos propios de la actividad turística, no menos cierto es
que podría mantener el comercio y el flujo de divisas necesario
para que esa comunidad se mantenga en el tiempo.
Las
autoridades policiales deben arreciar la solución de los casos
pendientes deteniendo a los infractores, que de seguro se
conocen, y al mismo tiempo establecer planes de profilaxis
tendentes a disminuir este tipo de tropelías en contra de esos
extranjeros proveedores de las necesitadas divisas.
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