Esto así para  que en el año 2016,  se puedan elegir todas las autoridades nacionales, no obstante no serán elecciones generales.

Cuando llegue ese momento, los dominicanos residentes en el exterior, no solo tendrán representación Diplomática y Consular, también disfrutarán de diez diputados ante el Congreso Nacional,  los cuales deberán demostrarles que merecen ser  su voz  y voto en ese importante Poder del Estado. Suponemos, que en Estados Unidos de Norteamérica (USA), donde se estiman residen cerca de dos millones de ciudadanos, se elegirían por lo menos cinco de ellos, tres en  Latinoamérica y dos por Europa.

Corresponderá a la Junta Central Electoral  (JCE), definir la jurisdicción en cada lugar del mundo donde existan importantes núcleos de criollos. Intentar hacer una sola boleta electoral sería un gravísimo error, ya que la distintas culturas donde residen nuestra diáspora, hace imposible una misma línea de pensamiento y por vía de consecuencia, las necesidades varían bastante según el  país de acogida.

En Europa, donde los criollos están dispersos por toda la Unión Europea, las políticas en materia de inmigración son casi unánimes y con muy pocas excepciones, por  lo que los representantes congresuales podrán ser acreditados ante Bruselas, sede del Gobierno Comunitario de acuerdo a la Legislación de los países de esa Unión.

Son muchos los que no entienden, cuales podrían ser las responsabilidades especificas de los futuros diputados, ya que existen como afirmamos al principio, Misiones Diplomáticas y Consulares, por lo cual debemos explicar las múltiples gestiones que los mismos podrían desarrollar, claro, siempre que demuestren intención de cumplir con su trabajo y no utilizar la posición para otros fines.

Los dominicanos residentes en el exterior, necesitan interlocutores válidos en las altas instancias de los  dos principales Poderes del Estado: El Legislativo y Ejecutivo para la elaboración y puesta en marcha de políticas públicas que vayan en su beneficio e intentar cambiar la imagen del ausente, tanto dentro como fuera del territorio nacional.

Se deberá trabajar para fortalecer nuestra identidad nacional, promoviendo los buenos valores y erradicando aquellas malas prácticas, así como, el reprochable comportamiento en plazas extranjeras que muchas veces exhibimos como consecuencia de una equivocada  interpretación del concepto “democracia plena”.

Un diputado por el Exterior, deberá ser un ciudadano con mucha sensibilidad humana y gran olfato político, preferiblemente con doble nacionalidad y hablar por lo menos otra lengua además del castellano como demostración de tener bastante experiencia viviendo en el extranjero.

Podrían imponer mediante leyes un Seguro de Repatriación Obligatorio a todos  aquellos dominicanos que acrediten residir  en el extranjero como garantía de que en caso de fallecimiento,  existan fondos públicos disponibles para una inmediata y decente repatriación, evitando de esta forma, lamentables  escenas de dominicanos pidiendo en las calles con alcancías en las manos para poder cubrir los altos costo que supone dicha situación. En Europa estamos hablando de siete mil euros aproximadamente, unos  trescientos veinte mil pesos dominicanos (RD$ 320. 000)

Los dominicanos en el exterior, esperamos con muchas expectativas la elección de nuestros representantes ante el Congreso Nacional el 16 de mayo del 2012.

(Colaboración de licenciado Luis Columna Solano).