En República Dominicana se suele decir que "para salvarse uno tiene que embromarse (j) otro". En otros lugares se dice que "la desdicha de muchos es la fortuna de otros".

Pareciera que esas máximas populares encuentran pleno cumplimiento en medio de la pandemia y del proceso electoral que será realizada el próximo 5 de julio en nuestro país.

Y es que la pandemia del Covid-19 le ha servido al candidato del PLD, el ÚNICO escenario que le permitiría hacer algunas cosas que, para un estado PATERNALISTA y que se ha encargado de cultivar por todos los medios el PEDIGÜEÑISMO, llamen la atención de la gente, y que pretenda con esto atraer el voto de una gran parte del pueblo dominicano que no puede pensar más allá de suplir las carencias del día a día.

Le pregunto: ¿Podría usted imaginarse a un candidato como éste en situación normal, donde en vez de dar salami tuviera que hablar de cómo enfrentar el cambio climático?

¿Que en vez de trasportar personas varadas en otros países, cosa que NUNCA hizo antes de forma espontánea con su MILLONARIA empresa, tuviera que explicar cómo se enfrenta un déficit fiscal, la estabilidad cambiaria, tener que pararse ante la ONU a explicar el tema de la migración global y sus efectos colaterales a largo plazo?

¿Que en vez de mascarillas, manitas limpias, fundas de comida, cosas que están bien, tuviera que dar explicaciones de cómo fue que usó 11 mil 500 millones de dólares en un plan de asfaltado?

¿Un candidato que en vez de darle una entrevista a un BUFÓN del circo para el cual también Él trabaja, tuviera (si quisiera) que dársela a una de las damas del periodismo investigativo de República Dominicana?

¿Explicar que es el Neoliberalismo y como afecta el desarrollo sostenible de los pueblos en vía de desarrollo?

Las preguntas podrían ser muchas más, pero algo queda claro: El Covid-19 ha "salvado" al Penco.

Pero, como alguien dijo: "Nada ni nadie puede detener la determinación de un pueblo" y el próximo 5 de julio... Usted sabe!