PUERTO PLATA.- Personalidades están llamando la atención del presidente Danilo Medina para que ordene el cese de la persecución en contra de extranjeros honestos cuyo único pecado ha sido oponerse al cierre de la playa El Encuentro en Cabarete.
Los señores Phillip Lehman y Michel Gay Crossier quienes han sido parte de las voces que se han alzado en contra de la privatización de la playa El Encuentro, están siendo víctimas de sectores poderosos que buscan atemorizar a todo el que se opone a este proyecto que viola el derecho del libre acceso a los espacios públicos.
Se explicó que Phillip Lehman es un experimentado buzo estadounidense quien ha dedicado su vida a la investigación científica marina de cuevas y arrecifes, el cual reside legalmente en el país desde hace varios años teniendo una conducta ejemplar.
Lehman en febrero pasado, dedicó varios días de buceo en el cenote Laguna Dudú de Río San Juan, buscando los cadáveres de dos turistas italianos que desaparecieron allí, hasta lograr encontrados y posteriormente rescatar los cuerpos junto a otros buzos que vinieron del extranjero.
Asimismo, Michel Gay Crossier es un inversionista hotelero de origen suizo quien llegó al país en 1990, manteniéndose con una conducta honesta y respetuosa ante las leyes y buenas costumbres dominicanas.
Crossier es el propietario del hotel Kaoba en Cabarete generando allí decenas de empleos y su único delito ha sido la pasión que siente por la defensa acérrima de los recursos naturales que son depredados ante las narices de las autoridades.
En contra de ambos ciudadanos fue presentada una querella por ante el Tribunal de Tierras de Puerto Plata por la procuradora Vielka Calderón Torres quien es la representante de la Oficina de Abogado del Estado ante la Jurisdicción Inmobiliaria de Departamento Norte.
Dicho sometimiento, los acusa de supuesto desacato y asociación de malhechores y dicha acción ha sido calificado como un atropello infame en contra de los dos hombres que con sus conductas han demostrado ser más dominicanos que la mayoría.