PUERTO PLATA.- Dejó de existir a los 92 años de edad la puertoplateña Maricusa Ornes, la más importante declamadora nacional, considerada como la más trascendente declamadora latinoamericana.
Sus restos fueron velados este martes 17 de diciembre en la Funeraria Blandino de la Avenida Abraham Lincoln de Santo Domingo y será sepultura el miércoles en la mañana, junto a la tumba de su esposo Jaime Álvarez Dugan en el Cementerio Cristo Redentor.
En la década de los años 50, Maricusa Ornes era considerada a nivel de Latinoamérica como la declamadora contemporánea de mayor trascendencia y proyección.
En vida, Ornes recibió continuos y firmes elogios de la crítica de la época, y de aquellos poetas de fama universal con los cuales compartió el exilio en tierras extranjeras: Juan Ramón Jiménez, León Felipe, Matías Conde, Vicente Lloréns Torres, Pedro Mir, Carmen Natalia, Andrés Eloy Blanco, entre otros.
Maricusa Ornes nació en Puerto Plata el 12 de septiembre de 1926, hija de dos notables educadores como lo fueron: Germán Ornes S. (1895-1972) y Marina Coiscou Pimentel (1895-1980), pero a los tres años de edad, sus padres decidieron irse a residir a Santo Domingo.
Era hermana de Horacio Ornes, comandante en la Invasión de Luperón del 19 de junio de 1949, y del periodista, director del periódico El Caribe Germán Emilio Ornes Coiscou. Se casó con el doctor Jaime Álvarez Dugan, procreando dos hijos: Juan Enrique y Ángel Luis Álvarez Ornes.
Maricusa Ornes debutó con su primer recital de poesía moderna de América en el patio español de la Librería Dominicana que administraba Julio Postigo, el primero de abril de 1949.
Partió para el exilio en 1950 estableciéndose primero en México donde fue Asistente del erudito e investigador español doctor Javier Malagón Barceló, y luego en Puerto Rico. Hizo el estreno mundial del poema “Hay un país en el mundo” de Pedro Mir en el Lyceum de La Habana, en 1951.
En la Universidad de Puerto Rico fue catedrática y creó la Academia de Arte Escénico “Santo Domingo” con el respaldo de la profesora húngara Magdalena Ferdinandy, Carmen Natalia y Amalia Colón de Rolán, donde estableció, además, la compañía de teatro Arlequín en 1963 y creó una prestigiosa agrupación de Poesía Coreada.