Oportunidad de oro con las multas

Ultima Actualización: sábado, 18 de agosto de 2018. Por: Luis Henriquez Canela

Mientras los gastos aumentan en proporción geométrica, los ingresos lo hacen de manera muy exigua; de forma matemática.

En su rendición de cuentas el 16 de agosto pasado, ha dicho el alcalde del municipio de San Felipe de Puerto Plata, que los ingresos del ayuntamiento, los que recibe del gobierno, se han mantenido casi en el mismo monto desde que asumió el cargo.

 

Ligeros aumentos anuales, algunos tan ridículos para un municipio tan exigente, que rondan hasta los 100 mil pesos.  De esa forma no puede haber servicios eficaces a una comunidad en constante crecimiento.

 

Mientras los gastos aumentan en proporción geométrica, los ingresos lo hacen de manera muy exigua; de forma matemática.  Siendo así entonces, para compensar, se hace necesario buscar nuevas fuentes de ingresos.

 

Una fuente indudablemente rica son las multas de tránsito. El semáforo en rojo, las luces led (ahora que están de moda), la ausencia de luces, el mal parqueado, el que se detiene a recoger pasajeros en una zona vedada, transitar sin placa, el que no usa el cinturón, el que habla por el celular mientras conduce, el que tiene la licencia vencida, la falta de casco protector, la falta de seguro, etc.

 

Las grandes ciudades del mundo financian parte de sus gastos con las multas. ¿Por qué nosotros no podemos hacerlo? ¿Qué impide entrenar un equipo de agentes especiales para poner multas y de paso, organizar un poco el caótico tránsito del municipio?

 

Se sabe que cuando el agente de la DIGESETT coloca una multa, ésta se paga en el Banco de Reservas a una cuenta cuyos fondos no los transfieren al municipio, por lo menos no directamente. ¿Por qué no legislar para que una proporción de esos recursos vuelvan a las ciudades donde se producen? Las multas dan para pagar un cuerpo especializado en esa tarea y sobra dinero.

 

A los infractores hay que darles por donde les duela, ¿por dónde? por el bolsillo. Son ingresos frescos y de paso, se controla el tránsito, se preserva la vida y se impone la ley.

 

Avancemos señores, avancemos.

 


luishcanela@gmail.com