Residencial Bayardo asediado.

Ultima Actualización: viernes, 06 de julio de 2018. Por: Luis Henriquez Canela

Desde un tiempo acá, se han venido produciendo acciones vandálicas en ese residencial exclusivo de Puerto Plata.

Bayardo Gómez, nunca se imaginó que una urbanización concebida para proveer tranquilidad, sosiego y seguridad a sus habitantes se fuera a convertir en una zona de peligro hasta para la vida misma de sus residentes. Digo de la vida, porque el que entra a robar en una casa o apartamento debe estar dispuesto a todo; a matar o a que lo maten.  

 

Desde un tiempo acá, se han venido produciendo acciones vandálicas en ese residencial exclusivo de Puerto Plata. Ya nadie está seguro. Los talleres de herrería están trabajando más que nunca porque todos están resguardándose detrás de las cortinas de hierro. Los que venden alarmas y cámaras de seguridad; también están haciendo su agosto.  ¿Qué ha sucedido en esa urbanización otrora ejemplo de tranquilidad, donde se podían dejar las puertas abiertas y las bicicletas en el jardín frontal sin que pasara nada? ¿Hacia dónde se ha ido el silencio, la calma y el equilibrio con el que se vivía en esa urbanización?

 

A pesar de la “seguridad” que hay en las puertas de entrada y salida, últimamente se han robado varios vehículos.  Nos enteramos que hace unos días, volvieron a penetrar a uno de los apartamentos localizados dentro del residencial, pero lo que uno no entiende es que con un cuerpo de “seguridad”, que inclusive tiene motocicletas para vigilar las calles, cámaras en las entradas y salidas; puedan ocurrir actos como esos. Esta raro eso, y lo mas extraño es que no hay nadie tras las rejas o, que uno sepa, siendo investigado.

 

En Bayardo tal vez sucede lo que acontece en la policía misma, que antes del 16 de agosto, cuando el presidente quita y pone funcionarios, los más aviesos aprovechan para poner las turbas a robar y a matar para desacreditar a la actual incumbencia y permitir cambios en el mando. Una práctica tan vieja como perniciosa. Como si el cambio de un “jefe” (ahora director) por otro, vaya a traer alguna solución. ¿No será el sistema que está podrido, todo, desde arriba hasta abajo?

 

Se dice que en esa urbanización se generó una especie de tira y jala entre la seguridad privada y la Policía por el control de la vigilancia, resultando en una metamorfosis muy dura para muchos de los residentes. El exclusivo vecindario ha tenido que pagar los platos rotos. Han tenido que soportar la humillación de que les violen sus residencias con motivo de una contienda de poder en la que ellos, aparentemente no forman parte.

 

Se trata, según se ha escuchado, de una lucha externa, sucia, deshonesta, que ha traído como consecuencia la violación a la intimidad de los residentes. El miedo, la más temible de las plagas modernas, se ha apoderado de la mente y el corazón de los vecinos del lugar.  

 

Desde el punto de vista inmobiliario, la inseguridad disminuye el valor de la propiedad. ¿Cómo calcular la variación hacia la baja del valor de un inmueble por concepto de la inseguridad reinante? Debe haber un método. Tal vez los centroamericanos nos tengan las respuestas. Países plagados de gangas y de mafias como las que se están formando aquí con este desorden.

 

Si bien es cierto, como diría la gran maestra, que los ricos también lloran, también es cierto que la actual situación por la que atraviesa nuestro país de punta a punta es una situación calamitosa a la que aparentemente no se le encuentra solución.  Cuando en una familia el padre de la casa llega borracho todos los días y le da dos o tres bofetadas a su esposa, ¿qué harán sus hijos cuando crezcan? ¡Lo mismo!  Los chiquitos hacen lo que ven que hacen los grandes.

 

El pescado, decía Miguel Ángel Cornejo, citando a no sé qué autor, se comienza a podrir por la cabeza.