Su pasión son los deportes.

De hablar pausado pero conciso, Don Luis Mata no denota su edad. Su memoria está intacta, sus recuerdos presentes, y su fortaleza y amor por la vida son su aliciente cada día al despertarse. Hombre de recia convicción familiar, trabajador incansable toda su vida, y con gran amor por los deportes, Don Luis es un ejemplo para nosotros y las generaciones por venir. Conozcamos más de esta alma libre que vive para darse y para disfrutar cada momento:

¿Como se inició en los deportes?: Empecé jugando futbol, pero yo soy demasiado competidor y en ese tiempo no había buenos equipos. Luego, Don Andrés Bournigal me hizo una invitación a jugar en un equipo de softball. Me gustó, pero quería más y migré al beisbol, y con ese deporte tuve una conexión inmediata. Jugamos contra los mejores equipos de la capital y de Santiago, y en todos esos juegos tuve una participación destacada, incluso siendo Jugador más Valioso en algunos torneos. Nuestro equipo era reconocido incluso por el propio Trujillo. Luego el equipo se fue degradando pues muchos perdieron interés y también por las lesiones, y con la edad, decidí jugar al golf. Jugábamos en los 4 hoyos que había en el Hotel Montemar hace más de 50 años, y luego pasamos al campo actual. El culpable de que me enamorara del golf fue de nuevo Andrés Bournigal, quien me inspiró y me puso a jugar. Con él conformamos un grupo de 16 amigos con los cuales jugábamos cada miércoles y sábado, y a veces hasta los domingos. Salimos varias veces del país y nuestras familias se unieron mucho. Lamentablemente de los 16 originales solo quedan tres, incluyéndome, aunque los otros dos ya no pueden jugar. Es la razón por la que tengo que jugar solo (se ríe sabiendo que su longevidad es su gran ventaja). Gracias a Dios me mantengo saludable y puedo jugar este deporte que tanto amo.

¿Cuál es su rutina de juego?: Bueno…a mi edad ya no puedo jugar con el sol y la temperatura muy calientes, por lo que salgo al campo alrededor de las 4:30 a jugar 9 hoyos. Juego casi todos los días, y a veces para practicar un poco si estoy haciendo algo mal en el swing, tiro dos bolas, la gran ventaja que tiene el golf, aparte de que te permite llegar a viejo jugando (soy vivo ejemplo), es que puedes jugarlo solo. Ya no puedo jugar con jóvenes, pues no les iría bien con mi ritmo de juego (vuelve a reír). Todavía juego cerca de mi hándicap (12) y tiro entre 42 y 46 golpes. Con el golf me distraigo y me pongo en contacto con la naturaleza, en lugar de quedarme en casa “vegetando” y “abriendo neveras”. Al final del juego me tomo dos o tres traguitos de nuestro ron local, y luego me voy a mi casa a seguir con mi rutina diaria.

¿Y esa rutina es…? Me levanto temprano y desayuno pesado: puede ser un mangú o un puré acompaña- do ya sea de salami, huevos, queso… como de todo. Como estoy retirado, me quedo en la casa o quizás salgo a hacer alguna diligencia. Almuerzo alrededor de las 12:30 y luego “echo una pavita”. Después salgo a visitar a mis hijos o a algún familiar, para luego ir al campo de golf. A mi llegada a la casa no ceno pesado y me acuesto temprano. El sueño es muy importante.

¿Quién lo lleva al campo? Oh, yo mismo manejando. Todavía manejo mi camioneta y también mi carrito de golf. Mis hijos han querido que deje de manejar, especialmente por la delincuencia y por lo mal que se maneja en estos días, pero los convenzo y sigo “con mi guía en la mano”.

¿Algún recuerdo especial del golf? Si. Recuerdo mucho una vez que los 16 decidimos hacer un Tour por todos los campos del país jugando un torneo, el cual terminé ganando. Siempre recuerdo eso, porque tuve la oportunidad de jugar en toda la geografía nacional, y salí ganador.

¿De los deportes que practicó, cuál es su preferido? Entre el fútbol, softball, béisbol y golf, definitivamente el béisbol. Como ya no puedo jugarlo, ahora es el golf. Pero el béisbol es mi gran pasión.

¿Qué es lo que más valora del golf? Que te enseña a ser serio. El golf te consigue amistades sinceras y largas, te enseña a ser decente y a seguir las reglas. Tal como debería ser en la sociedad. Con el golf se consigue lo que no tiene otros deportes.

¿Como le gustaría ser recordado? Como amigo de los amigos. Amante de mi familia. Un ser humano trabajador, enamorado de mi pueblo y loco con el golf. El día que Papá Dios me mande a buscar, quisiera que me recuerden siempre con alegría. ¡Y les exhorto a todos, a seguir poniendo la bola en el fairway!

Mas de Don Luis. Nació en Puerto Plata el 21 de diciembre de 1921. Es hijo de Alberto Mata y Coralia Moronta, ambos cubanos de nacimiento. Tiene siete hijos: Chito, Yrma, Ynmerta, Alberto, Danilo, Grimbert y Hunberto. Don Luis es quizás el jugador mas viejo del país, pero su ca- risma, amor por el deporte y su pasión por la vida, nos confirman que, definitivamente, la edad es mental!

Fuente: Fiebre de Golf