Lic. M. Justiniano Martínez: connotado profesor, abogado y ciudadano ejemplar

Ultima Actualización: miércoles, 29 de noviembre de 2017. Por: juan ventura

Es una lástima que no se haya dedicado a escribir. Se ha dicho que cuando murió se encontraba escribiendo un libro sobre la Era de Trujillo.

M. Justiniano Martínez, por muchos años ejerció el magisterio en su ciudad natal de Puerto Plata, impartiendo clases de matemáticas, geometría y trigonometría y luego, se graduó de abogado en donde descolló y adquirió prestigio y resonancia.

Fue sumamente culto y considerado como un hombre enciclopédico y erudito al hablar. Era un lector asiduo y que se mantenía al día en novedades de libros de cultural general y de Derecho. Llegó a tener una buena y rica biblioteca.

Eso conocimientos lo adquirió a través de la lectura y el estudio. Su capacidad lo ponía de manifiesto en los diferentes tópicos que era capaz de conversar. Se le consideró talentoso y de una extraordinaria capacidad al enfocar los temas en sus conversaciones.

Es una lástima que no se haya dedicado a escribir. Se ha dicho que cuando murió se encontraba escribiendo un libro sobre la Era de Trujillo.

Al Lic. Martínez Reyes siempre se le consideró como un desafecto de la dictadura de Trujillo. Nunca ocupó una posición en el tren administrativo y mucho menos en el judicial. Se mantuvo al margen de la política partidista.

El licenciado M. Justiniano Martínez fue un sólido intelectual y que no comulgó nunca con la dictadura de Trujillo. No se prestó a pronunciar discursos a favor del sátrapa Trujillo.

Su nombre completo era Manuel Justiniano Martínez Reyes. Nació en la ciudad de Puerto Plata, el 1 de enero de 1896, hijo de los señores: Comandante Faustino de la Rosa Martínez (oficial del Ejército Nacional y que peleó en contra de la tropa del general Demetrio Rodríguez, en Puerto Plata) y Magdalena Reyes Mantle.

Cuando fue declarado en la Oficialía del Estado de Puerto Plata se le puso como apellido el segundo de su padre, cuando el que le correspondía era: De la Rosa. Nunca se preocupó en arreglar el mismo y se quedó hasta el resto de su vida con el apellido Martínez. Todos sus hijos lo llevan.

Criado y educado en la calle Mella, frente al parquecito Regalado de Puerto Plata, por su madre señora Magdalena Reyes, la que quiso con amor, devoción y ternura.

Hizo sus estudios primarios y secundarios en Puerto Plata. Fue alumno aventajado de Armando Rodríguez Victoria (1879—1972). Fue un estudiante brillante y estudioso.

Su primer trabajo lo hizo como obrero cuando era aún un jovencito, entrando a trabajar a la recién fundada Fábrica Nacional de Fósforos en febrero de 1916, por José del Carmen Ariza Torres (1861—1953), en compañía de Moisés Paiewonsky y Moisés Salas B.

En su hogar instaló una escuela privada, donde impartía clases de álgebra, geometría y matemáticas a jóvenes puertoplateños de diferentes estratos sociales del pueblo de Puerto Plata. Fue un excelente y extraordinario profesor. De grata recordación de sus alumnos.

Fue profesor en la Escuela Normal José Dubeau, de Puerto Plata, dirigida por el profesor y músico puertorriqueño don José María Rodríguez Arresón (1870—1947), fundada en 10 de septiembre de 1925, gracias a diligencia de don Ricardo Limardo (1862—1945); estaba ubicada en la calle Cibao hoy calle José del Carmen Ariza No. 11 (donde viven la esposa e hijos del fenecido periodista Epifanio Lantigua), impartió clases de álgebra, geometría y matemáticas en compañía de los profesores: Dr. Carlos Manuel de la Cavada, Lic. León Herrera, Lic. Amiro Pérez Torres, Dr. Rafael Vásquez Paredes, Isabelita Solomón, Santiago Rossi, América Carvajal, Heriberto Hernández, María Luisa Tesón, Arístides Domínguez Guerra, Casimira Heureaux Figuereo y otros.

Allí fueron alumnos suyos, los señores: Georgina Santiago, Angélica Núñez, Jaime A. Lockwardt, Sebastián Rodríguez Lora, Aída Hart, Nena Jones, Concepción Gómez Matos, las hermanas Irene e Inés Burroughs, Zaida Montas, Constanza Stammers, Fernando Pastoriza (a) Nano, José del Pilar Sánchez (a) Pepe, Héctor Montas, Miguel de Lemos (a) Miguelito, Denis Stammers, los hermanos Rafael (a) Fello y Manuel Mella (a) Manolo, los hermanos Luis Julio y Manuel Durán Barrera, José Ramón Castellanos (a) Papito.

Además, impartió docencia en la Normal Emilio Prud Homme, de Puerto Plata, regenteada por Jaime A. Locward, después por Espinal Miranda, Henry Ashton y Germán Ornes S., y tuvo como compañeros de profesores a: Santiago Rossi, América Carvajal, Angélica Núñez, Heriberto Hernández, María Luisa Tesón, Arístides Domínguez Guerra, Casimira Heureaux Figuereo, y otros

Fueron alumnos suyos: Ulises Fermin Pérez Plácido, Alejandro Zeller Cocco, Juan Federico Finke G., Nidia Escarfulleri, Ángela Feliciano Lovelace, Arturo Muñiz Marte, Luis Antonio Lora, Luis Antonio de Láncer, Nereida Gatón, José Muñiz Pérez, Pablo Juan Brugal Muñoz, Luis Delgado Bogaert, César Alejandro Kinsgley  O., Carlos Manuel Finke G., Pedro Veloz, Bolívar Kunhardt, Ramón Morrobel Matías y otros tantos…

Fue él uno de los fundadores de la Sociedad Cultural Renovación, de Puerto Plata, el 7 de mayo de 1928.

Luego, se inscribió en la Universidad de Santo Domingo como estudiante libre y allí completó sus estudios universitarios.

Se graduó de licenciado en Derecho en la Universidad de Santo Domingo, en el año 1931.

Adquirió una sólida formación jurídica. Cuando redactaba su escrito de defensa era preciso, conciso y concordante.

Llegó a escribir discursos políticos para ser leídos por amigos suyos.

Era de cuna humilde. Que basándose en el esfuerzo y el sacrificio adquirió una sólida formación profesional e intelectual

Casó con Lucila A. Romero Correa de Martínez (nació en Puerto Plata, el 31 de octubre de 1891, hija de Francisco Romero y Elodia Correa. Murió allí el 24 de febrero de 1959). Procrearon dos hijos: Nereida y Marisol Martínez Romero.

Tuvo otros hijos con diferentes mujeres, como fueron: Flora (murió), Franklin Baltasar (a) Taty (murió), Miguel Ángel (médico), Rosario, Antonio (a) Tony (murió) Martínez.

Supo criar y guiar a sus hijos. Muy recto en las actuaciones de la crianza de éstos.

En la ciudad de Puerto Plata ejercicio por muchos años su profesión de abogado con brillantez y honestidad. Fue su secretario en su Oficina de abogados y notaría, el señor Alejandro Sánchez Messón.

Mantuvo estrecho vínculo de amistad con los señores: Dr. Rafael Vásquez Paredes, Dr. Manuel Vicente Polanco Billini, Dr. Pablo Juan Brugal Muñoz, Lic. Amiro Pérez Torres, Lic. Germán Ornes S., Lic. Carlos Tomás Nouel Simpson, Dr. Carlos Manuel Finke González, entre otros.

Los hermanos Arturo Santiago Gómez (1894—1951) y Felipe Santiago Gómez, cuando estaban vivos, lo protegían siempre de la asechanza de los calieses en contra del Licenciado M. Justiniano Martínez, que se le mantuvo vigilado.

Se inició en la masonería a través de la Respetable y Benemérita Logia Restauración No. 11, de Puerto Plata, el 20 de enero de 1932. Allí fue ascendido al grado de Compañero Masón, el 19 de junio de 1937.

Por sus posiciones verticales en contra del régimen dictatorial de Rafael Leonidas Trujillo Molina (1891—1961) fue hecho preso en varias ocasiones y en la última permaneció preso durante once meses y muerto en la ergástula trujillista.

De vestir impecable. Le gustaba vestirse de traje blanco. Usaba como transporte el coche. Su cochero favorito era don Pablo Ortiz Logroño.

Era serio, responsable, puntual y honesto. Lleno de un anecdotario digno de ser recogido en un libro.

Mantuvo un célebre pugilato con el alguacil José Domínguez Pecunia (a) Tutú Domínguez por el amor de Lidia Cambiazo, que pudo haber terminado en un duelo entre los involucrados, que felizmente terminó en un “pacto de caballero”.

Su nombre deberá de figurar al lado de éstos connotados abogados puertoplateños, que prestigiaron la toga y el birrete: Licenciados: Fidelio Despradel, Wenceslao Quezada, Abigail Montas, Pedro Germán Ornes S., Amiro Pérez Torres, Félix María Nolasco, Armando Rodríguez Victoria, León Herrera. Arturo Santiago Gómez, Leopoldo Reyes y Reyes, Carlos Tomás Nouel Hilton Nataniel Miller, Henry Emmanuel Ashton, Carlos Grisolía Poloney.

Así como también, los doctores: Sebastián Rodríguez Lora, Felipe Santiago Gómez, Luis Augusto Ginebra Hernández, Víctor E. Almonte Jiménez, Hugo José Villanueva Santos, Narciso Llibre Quintana, José Sixto Ginebra Henríquez, Juan Pablo Brugal Muñoz, Luis Eugenio Senior, Carlos Manuel Finke G., Francisco J. Almonte Jiménez, Augusto Flavio Rafael Sosa, entre otros.

Fue denunciado de tener armas de fuego en su hogar y hecho preso. Amén de su oposición a la dictadura de Trujillo.

El Lic. M. Justiniano Martínez murió en la cárcel San Felipe de Puerto Plata, a consecuencia de torturas sicológicas, el 15 de mayo de 1959.


Fuente: https://acento.com.do