Redes digitales, nueva práctica de esclavitud

Ultima Actualización: jueves, 20 de julio de 2017. Por: Ariel Heredia Ricardo

A casi cuatro décadas de que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) instituyó el 2 de diciembre como el Día Internacional para la Abolición de la Esclavitud.

A casi cuatro décadas de que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) instituyó el 2 de diciembre como el Día Internacional para la Abolición de la Esclavitud, en la actual era digital, la baja autoestima y el ocio han dado pie a una nueva practica de esclavitud: a las redes sociales.

Los periodos de ansiedad y desvelos que sienten muchos por estar siempre frente a la computadora o los teléfonos móviles, consultando lo que otros hacen y escribiendo numerosos mensajes, a decir del siquiatra Secundino Palacio, es la más reciente forma de sometimiento personal y colectivo.

Y a decir del médico, el comportamiento de hoy en día es quizá más dañino para la persona que la esclavitud como se conocía en el pasado, pues mientras que la del siglo pasado era obligada y física, la esclavitud ahora a la tecnología es voluntaria, intelectual y sedentaria, al grado de que puede causar graves padecimientos físicos pero también emocionales.

Antaño, diferenció, la gente era esclava porque era la única manera de sobrevivir, de tener alimento o un sitio para vivir, pero ahora, dice, se mantiene conectada por decisión propia, comparándose y sintiéndose inferior que otros.

Esta nueva forma de esclavitud, explicó, obedece a que en la actualidad, hay personas, especialmente entre 18 y 30 años de edad, que no gozan de una buena autoestima ni tienen actividades productivas o pasatiempos sanos en qué ocupar su tiempo, se concentran en el uso de la tecnología y la consulta de redes sociales.

“La cabeza siempre tiene que estar ocupada, porque siempre está pensando en algo, si la focalizamos en algo, trabajo, estudios… Nos va a ir bien, pero si no, pensamos en nuestros problemas y si está el teléfono pues es más fácil pensar en la vida de fantasía de las personas, por lo que vemos que escriben en las redes sociales”, abundó.

La aspiración, inherente al ser humano, mencionó, lleva a los usuarios a dedicar gran parte de su tiempo, tres  horas o más, a la consulta de redes sociales.

Además del tiempo, Palacio mencionó que otros aspectos que pueden alertar sobre la dependencia o “esclavitud” a la tecnología y las redes sociales, es que los jóvenes posterguen pasen más de tres horas en su consulta, posterguen su horario de descanso y alimentos, suplan la comunicación directa con los familiares o personas que se encuentran en el mismo lugar que ellos, ignoren a quienes tienen al frente por ejemplo, en el comedor o alguna cita, prescindir de actividades o pasatiempos e incluso, sentir preocupación excesiva o ansiedad si se despega de ellas.

Esta situación, continuó, se agrava porque la mayor parte de los contenidos que se publican en las redes sociales no son del todo ciertos, sino que son exagerados o ampliados, lo que lleva a quien los lee, a creer inferior su vida.

“Al cerebro le es muy atractivo estar viendo la vida de los demás, comparar, el problema es que en la red social el 90 por ciento de lo que está ahí es falso, las sonrisas, las caras bonitas, no necesariamente son reales, de manera que lo que principio puede ser entretenido ya luego puede generar un problema, depresión porque ‘yo no viajo’, ‘yo no disfruto’, ‘yo no tengo amigos’ como la gente que aparentemente sí”, completó.

Y físicamente también, advirtió para terminar, es de riesgo ya que el sedentarismo que se produce por mantenerse conectado a estos contenidos puede producir sobrepeso y obesidad, que a su vez favorece el desarrollo de enfermedades como hipertensión y diabetes.