PUERTO PLATA.- Desde hace varios meses los residentes en la urbanización Jardines del Atlántico en esta ciudad, están viviendo en zozobra por el ruido que provoca la música estridente de dos negocios de diversión instalados en su proximidad, sin que las autoridades hagan nada al respecto.

En un encuentro con los medios de prensa, los directivos de la junta de vecinos de la mencionada urbanización ubicada entre las avenidas Luis Ginebra y del malecón, indicaron que el escándalo causado por el bar “A Capella Club” y la discoteca “Marotte” los mantiene en una tremenda agonía a pesar que desde marzo del 2016 procedieron legalmente contra dicha problemática.

“Queremos hacer de público conocimiento que esta urbanización es de familias decentes y trabajadoras que hoy están amenazadas por los escándalos y el ruido de la música alta que se genera en esos dos establecimientos de diversión nocturna ya que no podemos conciliar el sueño ni mucho menos tener paz en nuestros hogares”, así se expresó el señor Luis Ureña, presidente de la junta de vecinos.

Precisó que las autoridades de Medio Ambiente en Puerto Plata han realizado en varias ocasiones las mediciones de ruidos en el lugar, llegando a registrar hasta 100 decibeles por los karaokes y las agrupaciones musicales en vivo que se presentan en el bar “A Capella Club” situación que pone en riesgo la salud mental de los moradores en la urbanización Jardines del Atlántico.

Los quejosos indicaron que no tienen interés de que dichos negocios sean clausurados debido a que sus propietarios realizaron una inversión para tener los mismos, pero que la residencias existentes allí triplican el valor del bar y la discoteca entes mencionados, por lo cual piden a las autoridades competentes regular los decibeles de ruidos que exceden los 100 puntos el nivel de intensidad del ruido.

Asimismo, criticaron que a pesar de haber firmado un acuerdo para regular los ruidos, el procurador general de Medio Ambiente en Puerto Plata, Domingo Antonio Belliard Robles, sin tomar en cuenta a los residentes en dicha urbanización, reunió con el empresario Pedro López quien es el propietario de la discoteca Marotte y nuevamente ese negocio fue abierto sin límite de tiempo en perjuicio de sus vecinos.