PUERTO PLATA.- Un hecho que ha causado alarma en República Dominicana y el mundo fue las acciones aberrantes supuestas cometidas por un hombre acusado de abusar sexualmente de varias mujeres haciéndose pasar por pastor evangélico de una iglesia a la que asistían las féminas ultrajadas en Puerto Plata.

En el informe de la Policía Nacional se establece que el nombrado Melvin David Quiroz de 41 años de edad, fue capturado mediante la orden de arresto número 00306-2017 ya que de acuerdo a varias denuncias en su contra, los meses de mayo, julio y octubre del 2014 cometió el delito sexual contra tres damas, cuyos nombres se omiten para proteger su integridad moral.

Quiroz quien fingía ser el pastor de la iglesia cristiana Potencia de Dios, ubicada en la calle 30 de Marzo número 63 de esta ciudad San Felipe de Puerto Plata, es acusado por las tres damas que eran miembros de su congregación de haberlas seducido en las fechas 5 de mayo del 2015, además de los días 20 de julio y  12 de octubre del 2014.

En las informaciones suministradas por el Ministerio Público se precisa que el imputado Melvin David Quiroz, quien se denomina pastor de una congregación evangélica, está acusado por varias mujeres de su congregación de supuestamente llevarlas a una habitación con el pretexto de sacarle los demonios que estas poseían donde las abusaba sexualmente diciéndole que su semen las liberaría de los demonios.

Al prevenido le fue impuesta una medida de coerción tras el gran revuelo que dicho caso ha causado en la población de Puerto Plata, y de acuerdo a los reportes noticiosos internacional, esas acciones ilícitas guardan similitud con un suceso acaecido en la ciudad de Oaxaca en México, donde dos hermanas de 13 y 14 años fueron embarazadas por un pastor que decía ser el "Espíritu Santo".

El mencionado escándalo tuvo como protagonista a un pastor cristiano muy querido por su congregación identificado como Alfredo Huerta Zavala de 45 años de edad, el cual mantenía una relación con las dos hermanas de 13 y 14 años desde hace algunos años y valiéndose de la devoción y entrega de las niñas a la fe de dios, el hombre les decía que él era el espíritu santo.