El Gobierno Dominicano ha sentido el fuerte remezón que ha generado la falta de seguridad del presidente Medina y los motivos que sustentan esa realidad. Hace dos años y medio, el Mandatario gozaba de una tremenda adhesión ciudadana, y hoy simplemente debe convivir con el lado más ingrato y penoso de cualquier democracia; la apatía, el desencanto y una permanente crítica hacia su gestión.

Y es que Danilo Medina, pasó de la luz a la sombra en tan solo seis meses y hoy debe enfrentar su peor momento, un cuestionamiento transversal que incluso desde su sector político se hace cada día más evidente. Pero algunos entendidos ya sostienen que este adverso escenario se puede revertir con trabajo, medidas y una mejor seguridad ciudadana.

Conforme avanza este Gobierno, comienzan a hacerse cada vez más intolerantes las posturas de los políticos de todos los sectores, lo que a su vez repercute en la gente, ya que se genera un clima de polarización, de tensión y de conflicto que en nada contribuye a generar los consensos y la unidad social que toda democracia requiere para proyectarse y adaptarse a las necesidades de la ciudadanía.

Presidente Medina, tome un plan de seguridad orientado a la protección de vidas y bienes; ya está bueno de estar teorizando sobre seguridad. Es momento de ejecutar un plan integrado y de cambiar a funcionarios que no sirven para nada. De no ser así, presidente Medina, es tiempo de que usted se retire, porque en materia de seguridad, el país, le quedó grande.