Una calle para Víctor Estrella Burgos

Ultima Actualización: viernes, 05 de febrero de 2016. Por: Luis Henriquez Canela

Pero se merece más. Se agradece el gesto, también se reconoce que lo hayan declarado hijo meritorio de la comunidad que lo vio nacer.

Se conoce que la resolución No. 07-14,propuesta por Luis Ramón Paulino (Monchy), fue acogida por la Junta Distritalde Canabacoa, municipio de Puñal, designando la calle 8 de la comunidad deSabaneta, con el nombre de Víctor Estrella Burgos.

Pero se merece más. Se agradece el gesto,también se reconoce que lo hayan declarado hijo meritorio de la comunidad quelo vio nacer. Esa distinción es imponderable. Pero se merece más.

Víctor no es cualquier dominicano. Es unoespecial. Ha puesto la Bandera Dominicana a ondear con su majestuosa hidalguíaen cuanto escenario tenístico haya tenido la oportunidad de estar, ya sea porsu mera presencia o por alcanzar los más altos honores.  

Casi como el Che (pero buena gente), hatrillado los pueblos de américa desde la Tierra del Fuego en Argentina, hastaAlaska. Ha participado en decenas de torneos en Europa, Asia, el Medio Oriente.Víctor es como una especie de embajador gratuito que nos gastamos losdominicanos.

Sus victorias han puesto a nuestro país enmapas donde no estaba.

Con nobleza y señorío ha desfilado, primeropor las canchas de Roland Garros en Paris, luego por el legendario All EnglandLawn Tennis and Croquet Club en Wimbledon (cuya exclusividad casi raya en loabsurdo). También ha jugado en Flushing Meadows Park, Queens, New York y enRod Laver Arena, Melbourne, Australia. Esto, por sólo mencionar los cuatro torneosgrandes de tenis y donde se juega por clasificación o por tener méritosnuméricos suficientes en el Ranking de la ATP (Asociación de TenisProfesional).  Créanme que tener puntosde la ATP no es tarea fácil. Miles de tenistas de todas las clases y todos lospaíses han nacido, crecido y se han ido sin nunca conseguir ni siquiera unpunto clasificatorio de esa asociación. Es enormemente difícil.

Es el primer dominicano en muchas cosasrelativas al deporte blanco. Su fortaleza mental, su inigualable capacidad paraimponerse en la cancha, lo han llevado a disputar partidos con grandesjugadores.  

Santiago tiene el privilegio de haberparido un ser excepcional cuyo legado a la juventud dominicana es inmenso eimperecedero. Dejará, por ejemplo, la sólida evidencia de que el dominicano escapaz de llegar hasta el infinito si se lo propone y aunque muchos dominicanoshan descollado en las artes, en otros deportes y los negocios, es el primero ensembrar en base a sangre y fuego la bandera tricolor en los escenariosinternacionales del tenis.

Víctor está haciendo camino al andar. Sutrato jovial fuera de la cancha contrasta con la fiereza con la que afronta asus rivales. Descollar, como lo ha hecho, en un deporte sin tradición en el país,es como encontrar agua en el desierto. Se lo merece todo. ¿Y por qué tan poco? 

Ojalá algún miembro de esa Junta Distritalo el mismo Luis Ramón Paulino, levante nueva vez su mano, mire sin menoscabo lagrandeza de ese enano gigante, reconozca su invaluable aporte y someta laresolución de nuevo para que la Avenida Hispanoamericana, en vez de llamarseAvenida Hispanoamericana, pase a llamarse Avenida Víctor Estrella Burgos. Esaes la distinción que tal figura, tal personaje se merece. Quienes seguimos estedeporte, o quien sigue los deportes individuales, cual que sea, sabe bien quelo que ha conseguido y cómo lo ha conseguido es un hito histórico para eldeporte dominicano. 

Víctor para Santiago en tenis es como elequipo entero de las Águilas. Es uno solo contra 40 ó más. Es el símbolo de lamadurez tanto personal como deportiva. Es un ejemplo.

Cada dominicano que circule por esa avenidaen Santiago debe saber que Víctor Estrella Burgos emergió imponente desde elpiso con la mentalidad de un gigante y que esa avenida,el Cabildo le puso su nombre para que cada uno recuerde que, “se vale caer, loque no se vale es no levantarse”.