Los quemacasas de Puerto Plata

Ultima Actualización: miércoles, 15 de abril de 2015. Por: Luis Henriquez Canela

Quemacasas. ¿Serán pirómanos o incendiarios? Me gusta laexpresión.

El vocablo compuesto que ondea como título de este breve discurso, proviene de un pronunciamiento hecho por la Dirección Municipal “DR. JOSE AUGUSTO PUIG” de la Alianza por la Democracia (APD), al referirse a sucesos en los que casas pertenecientes a la lista del patrimonio histórico y cultural de Puerto Plata,se han quemado o las han quemado. 

Se dijo a principios de abril cuando ardió la casa de la calle 12 de Julio No. 62, con 105 años de vetustez, según reportes periodísticos. Era una vivienda de madera como todas las de estilo victoriano que pertenecen a la lista del patrimonio histórico y  cultural de Puerto Plata.

Quemacasas. ¿Serán pirómanos o incendiarios? Me gusta la expresión. La composición es exquisita, no sé si me gusta por despeinada y porque denota como una especie de ultraje  oculto. Un quemacasa, vendría siendo como alguien que quemó una casa de manera voluntaria, o varias casas. Las quemó  “apota”, como se dice. Quemacasa incrimina, acusa, imputa.  Es como decir tú la quemaste.¿Es justo decir eso? ¿Se les fue la mano? Habría que ver.  Yo no comparto la expresión. Más bien parece un vocablo ideado por un hombre prehistórico, carente de luces, cosa rara en La Alianza.

Lo que hay es que las aspiraciones del patrimonio histórico y cultural de Puerto Plata contrastan con la realidad en la que viven las familias dentro de esos “monumentos”. Hablar de la conservación de la arquitectura tradicional sin recursos es condenar a decenas de familias a tener que vivir  en un rancho cayéndosele encima. Queremos,necesitamos, valoramos el que se conserven las propiedades, pero no contribuimos con los recursos para su mantenimiento. Pura retórica demagoga.

No quiero ser irreverente con los ciudadanos que aportan su granito de arena para la conservación del patrimonio histórico y cultural de Puerto Plata, Dios me libre,pero sí quiero dejar bien claro que el patrimonio se conserva con dinero. No podemos castigar a esas familias ni a nadie que haya adquirido una propiedad de esas a conservar lo inconservable (todos a crear términos). Debemos ser más responsables y asumir los costos de la conservación. 

Y que se sepa, a medida que avanza el tiempo sin que se le ponga atención a esa realidad, las dos palabras compuestas que hemos mencionado, quemacasas y cortocircuito, serán más comunes en las notas periodísticas.  Sólo recordemos la Calle El Sol de Santiago a modo de ejemplo.